La demanda global por productos y servicios de salud accesibles digitalmente va en aumento. La inversión en tecnología médica en el primer trimestre del año fue de más de US$ 8,200 millones, según Porto Legal, firma de asuntos legales, digitales y tecnológicos. El crecimiento en la inversión con respecto al año pasado fue superior al 76%. Además, una encuesta realizada en abril a 100 gestores de Venture Capital asegura que la inversión en tecnología para atención médica puede presentar un crecimiento de hasta 36% durante el 2020.
El ecosistema de tecnología sanitaria aún no es significativo en el Perú. La actividad de la mayoría de start ups se había centrado en salud ocupacional, pero ahora las perspectivas son atractivas debido a la aprobación a inicios de año del Reglamento de la Ley de Telesalud. La norma hace posible que se puedan prestar servicios médicos a distancia, a través de tecnologías de comunicación como videollamadas o chat, y el suministro de recetas médicas.
Estos métodos no sustituyen la presencialidad; la complementan. Gracias a la comunicación en tiempo real entre un profesional médico y un paciente, es posible manejar el 90% de patologías de baja complejidad (como dolores de cabeza, diarrea o infecciones intestinales), hacer seguimiento a enfermedad crónicas (diabetes, hipertensión u obesidad) y tratar enfermedades mentales (depresión, ansiedad o fobias). Además, reduce el costo y tiempo de recibir atención médica de calidad.
Caso de éxito
Una de las health techs más prometedoras del mercado local es Smart Doctor, que se ha aliado con el Ministerio de Salud (Minsa) en la app Minsa-SD, la primera plataforma de teleorientación médica en alianza público-privada del país. Esta ya ha atendido a 55.000 pacientes y espera llegar a 5 millones de consultas a fin de año. Al tener una alianza con el Minsa, el gigante de venta electrónica Amazon le ha dado a esta health tech crédito y recursos tecnológicos para cubrir dicha demanda.
Smart Doctor atiende a unos 800 pacientes por día en todo el Perú. “Hemos entendido que la gente necesita este servicio. Antes las personas entraban a Internet y se automedicaba, pero ahora, con este servicio, ha disminuido el consumo en farmacia por automedicación”, asegura el doctor y CEO de la health tech peruana Smart Doctor, Christian Rivera.
Explica, además, que un 20% de la población no iba a la posta porque sabía que iba a tener que esperar, hacer colas y que no encontraría medicamentos. “Esa población ha sido la primera en usar nuestros servicios”.
El 70% de los usuarios de la app vive en el Cono Norte o Cono Sur. El 60% de sus consultas no está relacionada al coronavirus, sino a enfermedades crónicas, como hipertensión y diabetes, o a consultas psiquiátricas. Smart Doctor está por lanzar un piloto en Piura, Tumbes, Lambayeque y Loreto.
Pese a los buenos resultados de Smart Doctor, reconoce que el sector de salud ha sido “el más reacio a la digitalización”. Esto se debe, en gran parte, a la falta de preparación del Minsa para monitorear un nuevo sistema, la resistencia de los médicos (mayores de 40 años) por miedo a cobrar menos, y la desconfianza de la población hacia la tecnología. “Pero ahora que el Minsa no puede manejar la situación del Covid-19 y la gente se muere, y ahora que los médicos no han podido trabajar porque los hospitales están desbordados, han dicho: ‘Ahora sí queremos telemedicina’”, cuenta Rivera.
Tarea pendiente
La incursión de las health techs será de gran utilidad para los pacientes y podrá ayudar a reducir las brechas en el sector. Por ejemplo, según Rivera, hay muy pocos médicos que, además, están mal distribuidos por el país. Hay poco más de 45,000 doctores, de los cuales el 70% está en Lima, el 20% en provincias y solo el 10% en zonas rurales.
Sin embargo, hay muchas limitaciones que frenan el desarrollo de las health techs, como la falta de una adecuada infraestructura de red. Por ejemplo, en zonas alejadas, la señal de internet es intermitente o simplemente inexistente. Por eso aún no se puede integrar la teleconsulta con servicios más avanzados, como ver una tomografía o leer los signos vitales del paciente en tiempo real.
Además, algunos estudios globales señalan que menos de la mitad de las personas que hoy usan la telemedicina lo seguirá haciendo de forma sostenida una vez que se descubra una vacuna contra el Covid-19 y se pierda el miedo al contagio. Para Daniel Falcón, CEO de Neo Consulting, el regreso a las clínicas y hospitales se dará principalmente por la sensación de necesitar contacto físico en una cita médica. Cree que el Perú no será la excepción. “En medicina se aprecia la cercanía física”, dice.