Las importaciones chinas de cobre aumentaron en noviembre ante las expectativas de una mayor demanda el próximo año, a medida que el mayor consumidor mundial de metales acelera los esfuerzos para apoyar a su asediado sector inmobiliario y comienza a suavizar las duras restricciones por el COVID-19.
Las importaciones de cobre en bruto y productos derivados ascendieron a 539,901.70 toneladas en noviembre, según datos de la Administración General de Aduanas.
Las compras, que incluían productos de cobre anódico, refinado, aleado y semiacabado, representaron un aumento del 5.8% respecto a las importaciones de 510,402.3 toneladas del mismo mes del año anterior.
Una serie de políticas de apoyo al sector inmobiliario chino, que representa una cuarta parte de la segunda economía mundial, entre ellas la oferta de préstamos baratos para respaldar los bonos de los promotores, han mejorado las perspectivas de demanda del metal, que se utiliza principalmente en los sectores de la energía y la construcción.
China también ha empezado a suavizar algunas restricciones contra el COVID-19 en los últimos días, tras unas protestas callejeras sin precedentes, pero los analistas advierten que la economía se enfrenta a una recuperación larga y llena de baches.
El fortalecimiento de la confianza se reflejó en la subida de los precios del cobre.
Los precios del cobre de referencia en la Bolsa de Metales de Londres (LME) subieron un 10.6% en noviembre, la mayor subida mensual desde abril del 2021, y el metal registró un promedio de US$ 8,239 la tonelada el mes pasado.
El contrato de cobre más negociado en la Bolsa de Futuros de Shanghái promedió 64,790 yuanes (US$ 9,280.64) la tonelada en noviembre, un 4.1% más que el mes anterior.
China introdujo 5.36 millones de toneladas de cobre en los 11 primeros meses del año, un 8.5% más que en el mismo periodo del año anterior.
Fuente: Reuters