Las reuniones son fundamentales para lograr los objetivos, pero solo si se realizan con eficiencia. Para garantizar la productividad, eficiencia y eficacia de las reuniones, los gerentes deben saber cómo detectar, prevenir y lidiar con estos cuatro comportamientos disfuncionales.
Cuatro comportamientos disfuncionales en las reuniones
Construir una relación con un colega difícil podría parecer difícil, pero es una habilidad que usted puede aprender. He aquí tres arquetipos comunes de compañeros de trabajo difíciles, los comportamientos que suelen exhibir y cómo puede manejar su relación con ellos.
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El pesimista
Hay muchas razones por las que los pesimistas piensan y se comportan de la manera en que lo hacen. Un pesimista podría estar motivado por la ansiedad, un deseo de poder o resentimiento por cómo lo trataron en el pasado. Aun así, algunos podrían tener razones legítimas para ser negativos.
Independientemente de por qué un pesimista actúa de la forma en que lo hace, es importante encontrar formas de trabajar productivamente con esta persona. Después de todo, las actitudes negativas pueden ser contagiosas e infectarlo no solo a usted sino a todo el equipo.
Tácticas a probar
- Reconoce sus quejas; y luego reformularlas: No sea condescendiente ni mezquino, pero presente una visión alternativa. El objetivo es aumentar el sentido de agencia del cínico, señalando acciones que puedan tomar, o incluso contando una historia de un momento en el que usted se encontró con circunstancias similares y respondió productivamente.
- Utilice sus perspectiva como una herramienta positiva: Si su colega es natural para señalar los riesgos, tal vez eso pueda ser parte de su rol formal. La investigación muestra que conceder el derecho a oponerse de este modo a cuando menos una persona conduce a una mejor toma de decisiones para el equipo en su conjunto.
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El pasivo-agresivo
Gabrielle Adams, profesora de la University of Virginia que estudia los conflictos interpersonales en el trabajo, define la agresión pasiva como no comunicar lo que realmente está pensando y usar métodos indirectos para expresar sus pensamientos y sentimientos. A menudo, está impulsada por el miedo al fracaso o al rechazo, el deseo de evitar el conflicto o un sentimiento de impotencia.
Tácticas a probar:
- Evite etiquetarlos como pasivo-agresivos: Es tentador señalar el comportamiento directamente. Pero decir “deja de ser tan pasivo-agresivo” solo empeorará las cosas. En cambio, intente usar estrategias que lo ayuden a comprender mejor su perspectiva.
- Enfóquese en el mensaje subyacente, no en su comportamiento: Trate de entender lo que su colega realmente está tratando de decir. Recuerde que no todos se sienten cómodos discutiendo sus pensamientos y opiniones abiertamente. Si puede concentrarse en la inquietud o pregunta subyacente de su compañero de trabajo en lugar de en la forma en que se expresa, es posible que pueda abordar el problema real.
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El sabelotodo
La confianza puede ser algo bueno, pero la confianza sin competencia puede hacer que las personas ignoren los comentarios, actúen con condescendencia y se atribuyan el mérito de los éxitos del grupo. Los sabelotodos pueden socavar la cohesión del equipo y degradarlo hasta el punto de dañar su carrera.
Tácticas a probar:
- Aborde las interrupciones: Una forma de evitar interrupciones es solicitar de manera preventiva que las personas se abstengan de intervenir. Antes de comenzar a hablar, explique cuánto tiempo (aproximadamente) necesitará y, si sus esfuerzos por evitar las interrupciones fallan, aborde el asunto directamente. Sin embargo, no solo levante la voz, porque eso establece una lucha de poder y es probable que su colega hable más fuerte en un intento de ahogarlo.
- Solicite datos específicos: Otro hábito de los sabelotodos es proclamar cosas que no tienen forma de saber con certeza. Cuando esto suceda, comprenda que está bien pedirle a la gente fuentes o datos que respalden sus declaraciones. Sea respetuoso, no confrontacional.
Amy Gallo
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