Las líderes de las empresas necesitan, hoy más que nunca, escuchar más, tomar buenas decisiones y ser empáticos. Un camino para lograrlo es el coaching. ¿De qué se trata? Francisco Cárdenas, chair de Vistage Perú, explica en detalle cómo funciona este proceso y qué ventajas ofrece.
¿Por qué es bueno que un CEO participe en un proceso de coaching o camine al lado de un coach?
El CEO está en el negocio de tomar decisiones y muchas de ellas las toma bajo mucha presión. El coaching ayuda al ejecutivo a comprender mejor todo aquello que interviene en su proceso de toma de decisiones: sus creencias y paradigmas, las emociones que le generan determinadas situaciones o personas, su nivel de energía en ese momento, su predisposición a resolver o a postergar ciertos temas y muchos otros aspectos que, al comprenderlos, le hacen posible tomar mejores decisiones.
El coaching también le permite acceder a más perspectivas y a la posibilidad de pedir ayuda. Todos tenemos puntos ciegos. El CEO también los tiene. El coach lo acompaña a tomar conciencia de dichas áreas y a comprender el impacto que pueden tener en sus resultados.
¿Qué diferencia a un CEO que tiene a un coach frente uno que no lo tienen?
Son muchas las ventajas de participar en un proceso de coaching. Por ejemplo, el CEO empieza a ser consciente de los distintos factores que intervienen en las decisiones y se nutre de su escucha interna, así como de otras experiencias. También está más abierto a leer mejor la situación, la dinámica, las conversaciones y la performance de la empresa y de los que la rodean. Eso fortalece y acelera su liderazgo.
El proceso de coaching también permite que uno sea más consciente de la necesidad de apostar por el desarrollo de otros y delegar. En cambio, un ejecutivo sin coach delega sin tanta convicción y termina haciendo las cosas él mismo por la falsa creencia que él las hace mejor. Exige y critica, pero no sabe cómo enseñar.
Además, el CEO que tiene un coach reconoce la importancia de escuchar y de hacer preguntas. Habla menos y logra conectar con la gente porque consigue una mejor empatía, mientras que otro ejecutivo cree que debe tener todas las respuestas, no suele preguntar, habla más de lo que escucha y su mensaje impacta menos porque no conecta con lo que le preocupa a la gente.
¿Cómo se estructura un proceso de coaching?
Eso puede depender de la antigüedad en el puesto actual del CEO, así como de sus experiencias previas como CEO. Si es su primera vez en el cargo, o si está en una nueva organización, el acompañamiento que se le proponga seguramente tendrá una frecuencia mayor en los primeros seis meses. Posteriormente, las sesiones deberían ocurrir con frecuencia mensual, salvo que el CEO solicite sesiones adicionales por alguna situación en particular que desee trabajar. Hoy es común, de manera complementaria a los procesos de coaching, que se participe en un grupo de pares, donde el coach acompaña a todos los ejecutivos.
¿Cuánto debe invertir un directivo en un proceso de coaching? ¿Cómo saber a cuál elegir?
Los niveles de inversión y el tiempo promedio varían drásticamente en función a la necesidad que origina el proceso de coaching. Otra variable que influye en la decisión son las credenciales y experiencia del coach. En nuestro mercado hay una gran dispersión de honorarios por sesión. No es lo mismo contratar a un coach con poca formación y que no tenga experiencia organizacional previa, que a un ex CEO que es coach certificado y que ha acumulado determinado número de horas de coaching.
La mejor manera de elegir un buen coach es buscando información sobre él, su trayectoria profesional, si ha tenido experiencia ejecutiva, las formaciones que tiene como coach y si está certificado por alguna entidad. Idealmente en la conversación antes de elegirlo se le pueden pedir referencias, aunque estas no siempre estarán disponibles debido a la reserva y confidencialidad de muchos procesos.
¿Cuán útil es el coaching versus otras metodologías como el mentoring?
El mentoring está dirigido a transferir el conocimiento de alguien experto a alguien que tiene menos experiencia en determinada posición ejecutiva y suele estar más enfocado en el hacer. El coaching se enfoca más en el ser y busca que el CEO vaya identificando las creencias que le abren o cierran posibilidades, sus puntos ciegos, su estilo de liderazgo y la manera de relacionarse con otros, para así lograr mayor efectividad en la posición, mientras crece como líder y como persona.
¿Los procesos de coaching a directivos han cambiado en forma y contenido frente a la pandemia?
En cuanto a la forma, se ha consolidado una tendencia que ya venía ocurriendo en otras partes y poco en nuestro país, que son las sesiones online. En cuanto al contenido, los primeros meses de la pandemia el enfoque estuvo en el manejo de la incertidumbre, la toma de decisiones con escasa información y bajo mucha presión, los estilos de liderazgo y la comunicación frente al desconcierto general en las organizaciones, así como en mantener la energía y el foco en lo importante para ser el líder que la empresa necesitaba en los momentos más complejos.
¿Cuáles son los retos y tendencias claves del coaching para CEO en el corto plazo en un mercado como el peruano?
Ante el nivel de incertidumbre que estamos viviendo, al cual se le sumará el proceso político que está próximo a iniciarse, será cada vez de mayor relevancia que los CEO tengan el acompañamiento de coaches experimentados, idealmente ex CEO, que hayan conducido organizaciones en momentos de crisis, que comprendan la complejidad de nuestro mercado y nuestra idiosincrasia.
La tendencia a complementar el proceso de coaching con la participación de un grupo de pares donde se obtengan diversas perspectivas de diferentes sectores, es cada vez más notoria de manera global y también va tomando fuerza en nuestro país.