FOTO 3 | 3. DATE TU TIEMPO
Aunque suene como una obviedad, es muy difícil darte tiempo para ti mismo cuando existes perpetuamente estresado. Lo más dramático es que resulta absolutamente indispensable hacerlo: necesitas de tu propio tiempo.

Cada día.

Ese instante para escalar tu montaña, tomar tu fotografía, escribir tu novela, leer ese libro, escuchar esa canción. Hablar contigo mismo. Ese momento en el que eres solo tú. Oblígate a hacerlo parte de tu rutina y jamás permitas que el estrés laboral te lo quite. 30 minutos cada día pueden suficientes para estar bien contigo mismo, con lo que eres, con lo que sueñas; suficientes para darte cuenta de que olvidaste ese objeto oscuro, pesado y circular en el cajón de tu oficina.
FOTO 3 | 3. DATE TU TIEMPO Aunque suene como una obviedad, es muy difícil darte tiempo para ti mismo cuando existes perpetuamente estresado. Lo más dramático es que resulta absolutamente indispensable hacerlo: necesitas de tu propio tiempo. Cada día. Ese instante para escalar tu montaña, tomar tu fotografía, escribir tu novela, leer ese libro, escuchar esa canción. Hablar contigo mismo. Ese momento en el que eres solo tú. Oblígate a hacerlo parte de tu rutina y jamás permitas que el estrés laboral te lo quite. 30 minutos cada día pueden suficientes para estar bien contigo mismo, con lo que eres, con lo que sueñas; suficientes para darte cuenta de que olvidaste ese objeto oscuro, pesado y circular en el cajón de tu oficina.

Cada vez se reportan más noticias vinculadas al , producido básicamente por una sobrecarga continua y permanente de trabajo que genera ansiedad o depresión (causa principal del ausentismo laboral), advirtió Brian Ávalos, abogado laboralista del estudio Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados.

Refiere que un efecto extremo es la llamado burnout o síndrome del trabajador quemado, el cual genera una sensación de agotamiento, cinismo o sentimientos negativos relacionados con su trabajo y eficacia profesional reducida.

Ahora bien, Ávalos sostiene que el estrés laboral podría ocasionarse – entre otras causas - por una mala distribución del trabajo, prestación bajo presión (por competencia o abusando del uso de tecnologías) e incluso por propia iniciativa del trabajador, quien desea aumentar sus ingresos realizando constantemente horas extras (el valor hora en sobretiempo es mayor, es decir 25% más por las 2 primeras horas, y 35% las siguientes) o trabajando domingos y feriados.

Lo cierto es que el no solo impacta en la salud del trabajador sino afecta incluso a la propia empresa, pues el trabajador baja su productividad, se generan mayores ausentismos laborales, abandono del centro de trabajo, descansos médicos, necesidad de reemplazo, etc., lo cual tiene un impacto directo en la operación de la empresa.

Frente a ello, Brian Ávalos recomienda las siguientes alternativas para reducir el :

(i) Evaluar contratar nuevo personal. - Es probable que el incremento del trabajo y sus responsabilidades sea consecuencia de un aumento de la demanda de los servicios o productos de la empresa. Si este incremento es constante, se podría evaluar incorporar nuevo personal a la empresa, e incluso si es un aumento extraordinario de las actividades, hasta se podría contratar personal temporal hasta por 3 años.

(ii) Distribuir el trabajo. - Uno de los problemas es cuando ciertas áreas – o personas - asumen una carga importante de labores, mientras otras quizás no. Una alternativa sería distribuir estas funciones temporales a favor de trabajadores que no tengan una carga de trabajo considerable, otorgándoles por ejemplo una asignación económica temporal por estas nuevas funciones.

(iii) Compensar las horas extras con descanso. - Una alternativa frente al sobretiempo es otorgar días de descanso al trabajador que compensen las horas extras (ya no se paga la sobretasa). Esta alternativa incluso es más económica para la empresa y se podría acordar otorgar en cualquier mes del año (aprovechando los periodos donde baja la productividad o la demanda).

(iv) Evitar comprar vacaciones o que se presten servicios durante el descanso. – El empleador puede acordar con el trabajador comprar hasta 15 días de vacaciones por año. Un mecanismo para reducir el estrés es otorgar las vacaciones completas, incentivando a las personas que tienen mayor estrés a que se desconecten del trabajo y disfruten de sus vacaciones de forma ininterrumpida.

(v) Flexibilidad. – No por trabajar más horas implica que el trabajador sea más productivo, todo lo contrario. El empleador debe buscar que el trabajador sea más eficiente y que tenga más horas de descanso o tiempo libre con su familia. Si el trabajador permanece más tiempo no solo genera hora extras, sino que incluso ocasiona mayores costos (agua, luz, electricidad, Internet, etc.). Una alternativa es incorporar programas de home office (trabajo en casa para evitar el tráfico), horarios flexibles (midiendo la productividad por resultados) o incluso con horarios reducidos los viernes o sábados. Este tipo de acciones vienen aplicándose en otros países, como por ejemplo en Nueva Zelanda, donde la reducción de la jornada a 4 días ha generado que se reduzca el estrés laboral y se aumente la productividad.

"Es momento que los empleadores midan el ausentismo laboral, el cual responde a casi el 70 u 80% de faltas por temas de estrés laboral (aunque se disfracen de enfermedades u otras causas). Quizás este indicador nos diga que algo no está funcionando en la empresa y quizás los trabajadores se encuentren con estrés laboral. La empresa debe tomar un rol protagónico para evitar este tipo de enfermedades, sobre todo cuando a la larga esta situación terminan afectando las operaciones de la empresa y su rendimiento", remarcó.