El rol de los líderes empresariales obtiene mayor relevancia en momentos de alta incertidumbre. La pandemia del COVID-19 y la sostenida incertidumbre política-económica han presentado desafíos que exigen ir más allá de enfocarse únicamente en mantener la rentabilidad de la compañía, sino que obligan a conectar genuinamente con los equipos de trabajo y transmitirles seguridad.
“Desplegar el liderazgo requiere enfatizar el propósito de la organización a través de la transparencia, tomar decisiones con mayor velocidad y profundizar en la visión de largo plazo de la compañía. Estas acciones son clave para gestionar la incertidumbre de cara a los colaboradores y brindarles la confianza necesaria para atravesar las crisis de forma eficiente”, remarca David Franco, director académico de la Escuela de Posgrado de la UTP.
Destacar el propósito e incrementar la transparencia
El propósito de las empresas permite definir hacia dónde se dirigen los esfuerzos. Es responsabilidad del líder que todos los colaboradores se sientan parte de ello, teniendo claro su aporte en la compañía y el impacto de sus acciones en los resultados. La comunicación resulta primordial para esta dinámica de trabajo en equipo. “Por eso, en los momentos de crisis e incertidumbre se vuelve aún más importante asumir un perfil de liderazgo de máxima transparencia de cara a los colaboradores, siempre teniendo un norte: el propósito”, resalta Franco.
Es probable que surjan diferentes inquietudes: ¿Qué cambios hará la empresa ante esta crisis? ¿Se mantendrá la modalidad del teletrabajo? ¿Cuáles serán las metas para este año? “Todas estas preguntas suelen ser comunes en escenarios complejos y lo mejor que pueden hacer los líderes empresariales es comunicar lo que saben, admitir lo que todavía no se conoce y reforzar que todos estamos unidos por el propósito”, sugiere Franco.
El líder transparente evitará que los vacíos informativos comiencen a ser llenados con informaciones que puedan surgir, ya que los ambientes laborales sumergidos en rumores pueden bajar la productividad e inducir la falta de compromiso en los colaboradores.
Se debe considerar que la comunicación no verbal (expresiones de tranquilidad, posturas abiertas, un tono de voz calmado y seguro) resulta fundamental. Esta puede ser incluso más valorada que un flujo constante de correos electrónicos o mensajes de texto con los equipos.
Priorizar la velocidad y el largo plazo
Si algo caracteriza a una crisis es la exigencia en respuestas rápidas. Para Franco, estimular la iniciativa y la autonomía en todos los niveles de la organización facilitará la adaptación empresarial en medio de escenarios imprevistos y generará un compromiso mayor de los trabajadores al sentir que sus opiniones, sus capacidades y su creatividad son valoradas y aprovechadas. “El diferencial clave para lograrlo es que todos los colaboradores conozcan cuáles son los objetivos de la empresa alineados al propósito”, sostiene.
Cuando las empresas toman decisiones en medio de una crisis coyuntural suelen enfocarse solo en el corto plazo. Esto, sin embargo, puede restar competitividad. Para el especialista, un ejecutivo que desee liderar en medio de la incertidumbre deberá mantener presente las líneas estratégicas de la corporación en el largo plazo y transmitirlas a sus colaboradores de forma clara.
“Para desarrollar el liderazgo en tiempos de crisis hay que identificar los cambios estructurales y anticipar su adopción. De esta manera, se podrán mejorar los niveles de cumplimiento de las tareas y se ganará confianza en el equipo”, resalta.
Según el artículo de Harvard Business Review “Reinventando su equipo de liderazgo”, otro aspecto a considerar es la digitalización, que puede ser necesaria para acelerar procesos, generar ventajas competitivas y transformarse para el futuro.