Al mes de julio de este año 2020 más de 1.2 millones de usuarios se han visto beneficiados con el proceso de masificación de gas natural en 40 distritos de Lima y Callao, de acuerdo al estudio “Aporte económico y ambiental del desarrollo del Gas Natural en el Perú”, realizado por Macroconsult para Cálidda.
Detalla que los ahorros a los usuarios por el uso del gas natural en el 2020 equivalen a más de S/ 2,808 millones; incluyendo al sector transporte, industria mediana y comercial, gran industria y residencial.
Precisa, además, que el ahorro en costos en usuarios de gas doméstico es de más 40%, pues por un balón de 10kg (Gas Licuado de Petróleo) el gasto anual es de S/ 492 y si el hogar hubiera optado con gas natural, habría ahorrado S/ 204.
Al analizar las inversiones, se observa que entre en el 2016 y el 2021 se realizaron desembolsos por S/ 2,334 millones; superior a los S/ 1,169 millones registrados en el periodo 2012-2015.
En ese sentido, cinco expertos sobre el tema dieron a conocer sus propuestas para que la masificación de gas natural se logre en el resto del país.
Definir el tipo de inversión
Socio de Macroconsult, Gonzalo Tamayo
El Perú es un país que no es pequeño, es el número 20 en extensión. Los yacimientos están en la selva y llevar un gasoducto a la costa supone atravesar la Cordillera. Nuestra población es dispersa, no tenemos ciudades de 2 millones habitantes. Las segundas ciudades fuera de Lima tienen 1 millón de habitantes y además no tienen una base industrial significativa, y esto es la pobreza del país.
Por lo tanto, desplegar una red de transporte de gas y de redes de distribución requieren que estas inversiones sean financiadas y definir si estas serán realizadas por el sector privado, vía alianza pública – privada o vía alianza estatal.
Ahí hay una discusión sobre cuál es la distribución de riesgo en esa relación y de acuerdo a cómo se realice el proyecto se debe establecer el esquema de subsidios que se tendrá que canalizar porque una opción pública puramente requiere capital de Estado; una alianza pública –privada requiere garantías o menor subsidio, y una alternativa solo privada es difícil que funcione.
Hay un tema importante de cómo canalizar estos subsidios al desarrollo y también el subsidio a la oferta, es decir, a la instalación de estos ductos. Luego está la discusión de que si una vez solucionado este tema, se viene el subsidio a la demanda o no para que las tarifas sean asequibles.
Demanda e infraestructura
Martín Mejía del Carpio, Director General de Cálidda
El país se tiene que analizar por regiones y en cada una de ellas debe mirarse dos factores principales. La primera de ellas es la demanda, es decir, el combustible que tiene cada región; y la segunda, el monto de inversión que se necesita justamente la infraestructura de redes tanto de alta presión, que es la red que lleva del yacimiento a la ciudad; y la red de baja presión, que lleva el gas desde la ciudad hasta la puerta de las residencias, comercios, industrias y estaciones de servicios.
Esos dos factores son importantes y sin una demanda no se genera tarifas competitivas y tampoco sin infraestructura no hay masificación de gas.
Ya tenemos al 70% de la población con concesiones, hablamos de todas las regiones con límite costero. Sin embargo, cuando uno mira al detalle, lo que se hizo en Lima no es reproducible en otras concesiones. Lima tiene un 3% de todo el territorio nacional y tiene al 30% de la población.
Cuando uno mira las concesiones del norte o del sur que han empezado con la masificación residencial, ahí podemos ver que también tienen sus problemas. Si bien tienen poca demanda, también tienen el problema que no llega un gasoducto hacia la puerta de sus ciudades y eso encarecen las tarifas y tienen unas tarifas que no son competitivas versus el combustible sustituto.
Si nos vamos a la región de la sierra y selva del país, donde está el 70% del territorio nacional, los problemas son mayores porque no hay una demanda grande de gas natural y ahí básicamente lo que se necesita es recursos del Estado. Ya intentó el Estado desde hace varios años llevar el gas a siete regiones desde el año 2012 y no hemos tenido éxito todavía pudiendo lograr que se lleve gas a esas ciudades.
Transporte y consumo
Decano Nacional del Colegio de Ingenieros del Perú, Carlos Herrera Descalzi
Un documento del año 20212 define como masificación del gas a un proceso mediante el cual se produce una incorporación creciente del sector residencial al consumo de hidrocarburo. Entonces el tema de la masificación del gas está asociado con el sector residencial. No excluye a los otros sectores, pero para que se hable de masificación tendríamos que hablar del sector residencial. ¿Cómo hacerlo?
Primero habría que resolver el problema de transporte, es decir, que en las zonas donde se quiere que haya masificación de gas haya abastecimiento del gas. En Colombia fue una tarea del Estado a través de troncales, pero Colombia tuvo un punto adicional. Colombia se aseguró de dar el consumo a través de las termoeléctricas, entonces la termoeléctrica era el consumidor y ya se tenía el transporte que era a través de ductos y lo demás venía en otros esquemas.
En el caso de Perú para poder resolver el tema del transporte hay que resolver el tema de consumo y el consumo sería uno de carácter residencial, entonces hay que dar las reglas de juego para que ambos sean viables y dentro de ello habría que considerar la posibilidad del subsidio del Estado como se hizo en Colombia, tanto a la oferta como a la demanda.
Autoridad nacional de masificación
Economista especializado en hidrocarburos, Humberto Campodónico
La experiencia colombiana, argentina y boliviana parten de un concepto fundamental que hay una autoridad nacional de masificación y aquí en Perú no la tenemos. No tenemos una autoridad o alguien que haya planificado la masificación del gas, ese es un problema.
Otro punto es la red de gasoductos. Si no tenemos red de gasoductos no vamos a poder masificar y distingamos masificación domiciliaria e la industrial. Se debe plantear llevar el gas a los hogares, porque cuesta la mitad que el GLP, contamina menos y porque disminuye la desigualdad ya que hay más acceso a una fuente de energía y hay mayor cantidad de elementos.
Tenemos una concesión grande que es Cálidda, y el resto son pequeñas, diferentes abastecedores, diferentes tipos de gas, diferentes tipos de subsidio y diferentes precios. El gas en Arequipa cuesta el doble que en Lima y eso no puede ser, debe haber una tarifa estampilla y una autoridad nacional de masificación.
En Cálidda se ha podido expandir la masificación porque se tiene un gran consumo. De los 510 millones pies cúbicos diarios, 350 millones los consumen las centrales térmicas y solamente 12 millones es el consumo domiciliario. Las grandes inversiones son en ellos, pero hay el flujo grande para subsidiar el chico. Si lo veo a nivel país, Lima debería subsidiar a más ciudades del resto del país porque en Ayacucho, Huancavelica, Abancay o en Cusco, no se va a encontrar que los grandes consumidores subsidien a los chicos.
Troncales y subsidios
Especialista en Economía y Gestión de Sistemas Energéticos, Carmenza Chahín
Perú está en mora (retraso) de desarrollar los troncales de transporte. Desde hace muchos años que vengo visitando el Perú y he oído hablar del gasoducto de la sierra, de la costa, de Chimbote. He ido durante los últimos 10 años en visitas a Perú por distintos motivos y no veo en operación esas troncales, entonces creo que claramente esa es una decisión de política.
Es difícil que simplemente por iniciativa privada se construya toda la red, pero ahí es donde el Estado debe entrar a complementar el esfuerzo del sector privado, es decir, lo que no quieren hacer el privado lo hacen el Estado y una vez madure el mercado de gas, se puede enajenar la propiedad de la empresa respectiva.
Sobre el tema de subsidios, el criterio de Colombia es los que tienen dinero subsidian a los que no tienen y el resto se complementan con recurso de presupuesto nacional.
Sobre el tema de las térmicas, estas fueron importantes en una etapa inicial de desarrollo, pero alguien que se haya acercado al mercado energético se da cuenta que muchas de las térmicas prefieren consumir líquidos. En la etapa inicial estas cargas son muy importantes. En la medida en que va creciendo el sector no termoeléctrico ya es irrelevante si se tiene o no grandes cargas.
Es hora de tomar decisiones, sea Proinversión haciendo licitaciones con el sector privado o sea el Estado invirtiendo. Si no se da un paso adelante en este tema, siempre vamos a hablar de unas cifras todavía muy conservadoras de masificación de gas en el Perú.