(Reuters).- Los inversores locales se están convirtiendo en una nueva fuente de dolores de cabeza para los mercados emergentes, porque están buscando en el extranjero inversiones más estables y líquidas, atraídos por el fortalecimiento de las divisas externas y cambios en la regulación doméstica.
El dinero ha salido casi sin pausa de los mercados emergentes porque los inversores extranjeros han retirado US$ 45,000 millones este año de fondos que invierten en bonos y acciones, lo que supera los retiros de US$ 28,000 millones que salieron de los fondos en todo 2013, según EPFR.
Ahora se espera que los inversores institucionales de los mercados emergentes se suban al tren, atraídos en parte por cambios a las regulaciones locales que permiten a los fondos de pensiones colocar una mayor parte de sus activos en el extranjero.
En América Latina, donde hay cerca de US$ 630,000 millones en fondos de pensiones, el comportamiento de los inversores institucionales locales se hace cada vez más importante, porque los fondos de pensiones atraen los flujos de la población trabajadora joven.
Muchos países están comenzando a retirar limitaciones a cuánto se puede invertir en el extranjero, para que los fondos de pensiones puedan cumplir con objetivos de rendimiento que pueden ser tan altos como un 6% sobre la inflación.
Los mercados financieros locales se están volviendo demasiado pequeños para absorber los flujos de los fondos y menos atractivos en la medida que se desacelera la economía. La mayor flexibilidad de los fondos de pensiones para mover sus activos puede tener así un efecto de bola de nieve en los flujos de salida de dinero desde los mercados emergentes.
"Los Gobiernos están modificando la legislación y los inversores están mirando a otros lugares para beneficiarse del doble efecto por el cambio de moneda. Va a haber un significativo incremento de los flujos de salida", dijo Alvaro Camuñas, jefe de España y América Latina en BNP Paribas Securities Services.
Actualmente, los fondos de pensiones de Chile tiene la mayor proporción permitida para la inversión en el extranjero con un 80%, mientras que Brasil sólo permite un 20%. Los fondos de pensiones en México sólo pueden invertir un quinto de su activos en el extranjero.
Pero el interés es creciente. BNP Paribas destaca que los fondos extranjeros que se distribuyen en Brasil casi se han triplicado a 37,000 millones de reales (US$ 16,000 millones) del 2011 al 2013. Los activos extranjeros en los fondos de pensiones mexicanos alcanzaron un récord de US$ 22,000 millones el año pasado.
Según BNP Paribas, los inversores brasileños prefieren invertir en productos de mercados monetarios y renta fija de alto rendimiento en mercados desarrollados, para beneficiarse tanto de las ganancias de capital como de la apreciación de la moneda, en un momento en que las altas tasas de interés pesan sobre las empresas locales.
Nerviosismo localLa incertidumbre política en muchos mercados emergentes por elecciones este año hace a los inversores más reticentes a invertir en casa.
"Hay transiciones políticas en muchas economías emergentes (…) Y en algunos casos el grado de aversión al riesgo en los mercados locales es alto", dijo Jorge Mariscal, presidente de inversión en mercados emergentes de UBS Wealth Management.
Los activos de pensión y seguros en los mercados en desarrollo han estado creciendo desde la crisis financiera mundial del 2008. Los activos suman ahora US$ 5.5 billones, un récord y el doble que antes del 2008, según JP Morgan.
CrossBorder Capital dijo que los inversores locales han contribuido a una salida de capitales de los mercados emergentes de US$ 86,000 millones hasta fines de febrero, medido como el total de flujos financieros en la cuenta corriente tras descontar la inversión extranjera directa y los cambios en reservas.
"El deterioro de la situación económica y política ha alentado a que el dinero venga a las economías en desarrollo", dijo Mike Howell, director gerente de CrossBorder.