El Gobierno toma precauciones ante las dificultades que el Fenómeno de El Niño y eventuales rebrotes de conflictos sociales puedan ocasionar en el sistema financiero.
Recientemente, a fin de agosto, Enfen (Comité Encargado del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño) actualizó sus proyecciones sobre la ocurrencia de dicha anomalía, dando cuenta de un significativo aumento en las probabilidades de que se desarrolle un evento climatológico de moderada a fuerte intensidad en el verano del 2024.
Para El Niño de moderada intensidad se asigna una probabilidad de 58%, y de 25% para uno fuerte.
De esta seria amenaza es consciente el Poder Ejecutivo, que en agosto reglamentó el programa de garantía del Gobierno nacional para respaldar las operaciones de reporte que las entidades financieras (bancos, cajas, financieras y empresas de crédito) realicen con el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), a fin de aumentar su capacidad financiera y enfrentar escenarios extraordinarios de necesidad de liquidez.
En específico, al Gobierno le preocupa, según los considerandos de la norma que crea este programa y ante los escenarios previstos por la Superintendencia de Banca, Seguros (SBS), que en las regiones más vulnerables a El Niño, la intensidad de las precipitaciones pluviales eleve aún más las probabilidades de incumplimiento de pago por parte de los deudores minoristas de las instituciones financieras.
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¿Qué impacto puede tener el Niño en las mypes y deudores de créditos de consumo?
Así, considera que estas distorsiones meteorológicas pueden mermar la capacidad de generación de ingresos de los prestatarios del sector de micro y pequeña empresa (mype) y de quienes toman financiamiento de consumo, orillándolos a impagos o default de esos créditos.
“De esta manera, resulta necesario implementar medidas que permitan proveer de la liquidez necesaria para seguir operando a las entidades financieras”, señala el Ejecutivo.
El programa está dotado de hasta S/ 2,646 millones que, potencialmente, pueden ser inyectados como liquidez a la banca vía operaciones de reporte. Mediante estas, las entidades financieras ceden temporalmente parte de sus carteras de crédito a un fideicomiso estructurado con Cofide.
Contra esa cartera, el BCRP entrega la liquidez que las instituciones prestamistas requieren, también por un plazo determinado que, a lo sumo, puede extenderse hasta junio del 2025. El ejecutivo garantiza hasta el 80% de la cartera crediticia cedida por los bancos o cajas. En ese periodo, las entidades financieras devuelven los fondos y se les restituye el lote de préstamos que cedieron.
La agencia calificadora de riesgos Moody’s considera que el impacto de El NIño no será homogéneo en el sistema financiero, y así anticipa que los más afectados serán los créditos a mypes y los de consumo, tal como prevé el Gobierno.
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Fortalecimiento patrimonial de cajas y microfinancieras
Además del esquema de inyección de liquidez, la firma de rating menciona otro programa reglamentado el mes pasado, que propicia el fortalecimiento patrimonial de las instituciones microfinancieras (cajas municipales, cajas rurales y financieras) en el contexto adverso antes mencionado y que consta de S/ 479 millones.
Moody’s sostiene que este tipo de programas busca, en concreto, evitar el rompimiento de la cadena de pagos en el país.
La intendente General de Microfinanzas de la SBS, Myriam Cordova, afirma que el objetivo del segundo programa de fortalecimiento patrimonial de las microfinancieras es que estas puedan afrontar las complicaciones derivadas de los problemas climáticos y eventuales rebrotes de conflictividad social, que dañarían las carteras crediticias de esas instituciones.
Las microfinancieras están en proceso de calcular la afectación de sus carteras y decidir, si es necesario, acogerse al programa, dice.
“Quizás no lo hagan ahora, pero pueden hacerlo hasta junio del 2024. Eso depende de la empresa (microfinanciera), porque estos programas de fortalecimiento implican restricciones importantes, pues hay de por medio plata del Estado o manejo del dinero público, que requiere del cuidado debido”, enfatiza.
La cautela prevalece en todos los que deben afrontar El Niño acechante: Gobierno, instituciones financieras y los mismo deudores. Así, por restricciones en la oferta de créditos y menor demanda de los mismos, estos préstamos han desacelerado su ritmo de crecimiento anual a solo 3.6% a julio, desde 9.9% un año antes, según datos del BCRP.
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