La evolución del crédito de consumo es una buena referencia del nivel de endeudamiento de las personas.
Este tipo de financiamiento es el que más deudores registra en el sistema financiero, alrededor del 67.6% del total.
Los préstamos de consumo fueron de los más golpeados por la pandemia, y tras contraerse en el 2020 y parte del 2021 se recuperan gradualmente en los últimos meses.
La deuda promedio de las personas asumida con créditos de consumo creció 5.1% anual a octubre del 2021, al ubicarse en S/ 14,708.
Dicho monto también es mayor en 4.6%, o en S/ 648, al reportado a octubre del 2019, es decir, antes de la pandemia, según datos de la SBS.
Prepago
El aumento del endeudamiento promedio se da a pesar del impacto que han tenido los retiros de fondos de AFP y de las cuentas CTS, así como de los ‘castigos’ de cartera de crédito deteriorada que realizó la banca.
Y es que la disponibilidad de recursos de las AFP y CTS no solo desincentivó la toma de nuevos créditos, sino que, además, al destinarse, en parte, al prepago de la deuda de consumo vigente, redujo el saldo de la misma, señaló a Gestión Juan Carlos Ramírez, senior manager de EY.
Asimismo, el mayor ritmo al que las entidades financieras se deshicieron de créditos incobrables en la pandemia también explicó la disminución de los saldos de los préstamos de consumo, refirió Walter Rojas, gerente central de negocios de Caja Cusco.
Entre enero y noviembre del 2021, los créditos de consumo castigados totalizaron S/ 4,920.9 millones, según estadísticas de la SBS.
Reapertura de negocios
¿Cuáles son, entonces, los factores que explican la mayor deuda promedio? De un lado, la reactivación de la economía, en línea con la reapertura de más negocios y el avance de la vacunación, favoreció la mejora del crédito en la segunda mitad del 2021, destacó Walter Leyva, docente de ESAN.
Así, los datos del BCR muestran que a diciembre del 2021 el crédito otorgado a las personas se aceleró a un ritmo anual de 5.3%, no solo mayor al registrado en el mes previo (4.1%) sino el más alto desde mayo del 2020. A su vez, los préstamos de consumo se expandieron 3.6% al cierre del año, su mayor avance de los últimos 19 meses.
Rojas coincidió en que se ha empezado a observar un incremento tanto en el saldo como en el número de deudores de los créditos de consumo en el sistema financiero.
Líneas de crédito
Detalló que las entidades financieras están restituyendo líneas de crédito que habían recortado al inicio de la pandemia y ampliando la admisión de nuevos clientes, pues perciben una recuperación económica más consistente.
La mejora del empleo formal abre opciones para el incremento del financiamiento de consumo, sostuvo Leyva. “Mientras más trabajadores formales haya, hay más opción de colocar estos créditos”, afirmó.
Ramírez indicó que para proteger su cartera la banca se ha concentrado en ofrecer créditos de consumo a los buenos clientes. En tal sentido, con un modelo de segmentación de clientes han aumentado líneas y volúmenes de financiamiento a aquellos con menor riesgo crediticio, complementó Leyva.
Empleo
Además, hay un grupo de clientes que siguen afectados por el deterioro del empleo y los menores ingresos, y que elevó el uso de sus tarjetas de crédito, lo que también influye en una mayor deuda promedio. Los tarjetahabientes, asimismo, están prefiriendo el pago de su deuda en varias cuotas a diferencia de antes, cuando la mayoría lo hacía en una sola.
Atención en cartera reprogramada
Por ahora, no hay preocupación en el sistema financiero por los niveles de endeudamiento de las personas, sostuvo Walter Rojas, de Caja Cusco.
La regulación de la SBS y la mayor madurez en el uso del financiamiento de los peruanos ayuda a controlar los sobreendeudamientos, complementó Juan Carlos Ramírez, de EY.
Hoy, lo que capta la atención de las entidades financieras son las carteras reprogramadas, que a setiembre del 2021 representaban el 10.9% del total de préstamos de consumo, refirió Walter Leyva, de ESAN.
Si bien el pago camina bien, van quedando clientes con mayor riesgo, y en la segunda parte del año se podrían sincerar las pérdidas, advirtió.
Un entorno de estabilidad económica y política, un mayor control de la crisis sanitaria y un tipo de cambio estable favorecerán el crédito de consumo; de lo contrario estos factores pueden implicar un riesgo, dijo Ramírez.