El anuncio del presidente y fundador de la compañía, Ren Zhengfei, es el primer reconocimiento del impacto que suponen para Huawei las medidas en su contra de Estados Unidos, que le acusa de colaborar con el régimen chino.
Durante una charla organizada en sus oficinas de Shenzhen, en el sur de China, Ren reconoció la caída de ventas fuera de China. "Sí, cayeron un 40%", dijo respondiendo a una pregunta de un periodista.
Aunque no dio detalles, una portavoz de Huawei explicó más tarde que se trata de una caída de 40% de ventas fuera de China entre mayo y junio, tras la decisión de Estados Unidos.
Ren indicó sin embargo que las ventas dentro de China han crecido "muy rápido".
El año pasado Huawei fue el número dos mundial en producción de teléfonos -por delante de Apple y por detrás del surcoreano Samsung- y líder mundial en equipamiento para telecomunicaciones.
En el 2018 la compañía vendió un total de 206 millones de teléfonos, aproximadamente la mitad en China y el resto en el extranjero.
Ren, de 74 años, advirtió que tiene previsto recortar la producción en US$ 30,000 millones en los próximos dos años, aunque no especificó en cuál de sus actividades.
En el 2018 Huawei ingresó US$ 100,000 millones, por lo que una reducción de US$ 30,000 millones supondría una caída de 30%.
Sin embargo Ren Zhengfei dijo confiar en el futuro y comparó a la compañía a un avión dañado pero que todavía puede volar. "En el 2021 recuperaremos nuestra vitalidad y proporcionaremos servicios a la humanidad", aseguró.
Perspectivas sombrías
Huawei está en el centro de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, en la que ambos países se impusieron aranceles punitivos.
Con sus medidas, la administración del presidente Donald Trump ha vetado de facto la presencia de Huawei en el mercado estadounidense así como sus negocios con las compañías del país.
El mes pasado Washington puso a la Huawei en una lista de entidades que no pueden comprar componentes electrónicos en Estados Unidos sin permiso de la administración, aunque la medida está suspendida de momento durante 90 días.
Estados Unidos teme que el gobierno chino espíe a través de los sistemas de telecomunicaciones de Huawei, un temor que se explica en parte porque Ren fue ingeniero del ejército chino y por la estructura de esta compañía privada, que algunos consideran opaca.
Huawei niega cualquier relación con el gobierno chino y afirma que Estados Unidos no ha dado ninguna prueba de sus acusaciones.
Al mismo tiempo la administración Trump está presionando a otros países para que no usen las infraestructuras de telecomunicaciones de Huawei, en particular en el despliegue de la nueva red de telefonía móvil 5G, una tecnología en la que la compañía es líder mundial.
Las decisiones de Estados Unidos ya han alejado de Huawei a compañías como Facebook o Google, que suspendieron su colaboración.
Según la consultora Eurasia Group, Huawei "tiene pocas esperanzas de seguir en la vanguardia mundial de los teléfonos móviles o de la tecnología en infraestructuras mientras siga en la lista de entidades de Estados Unidos".