Aun así, el Nasdaq que aglutina a las tecnológicas tiene una ganancia acumulada de casi 22% desde que comenzó el año, muy superior respecto a la del Dow Jones.
Aun así, el Nasdaq que aglutina a las tecnológicas tiene una ganancia acumulada de casi 22% desde que comenzó el año, muy superior respecto a la del Dow Jones.

La extrema volatilidad de los grandes valores tecnológicos de Estados Unidos, que esta semana han sufrido ventas masivas y han provocado una rápida corrección en el índice Nasdaq, ha hecho que inversores y analistas se pregunten si la burbuja de este sector ha alcanzado ya su punto máximo.

intentó rebotar el viernes, pero a media sesión el Nasdaq siguió mostrando debilidad y no logró entrar en territorio positivo, encaminado a despedir unas horas más tarde con una pérdida acumulada en torno a 3.3% su peor semana desde marzo, cuando estalló la crisis del coronavirus en el país.

“Buena parte del riesgo que ha llevado a esta reciente presión de ventas estaba relacionado con una sobre-concentración”, explicaron este viernes en una nota los analistas de la firma Charles Schwab, que señalan cómo los cinco mayores valores del Nasdaq representan una “asombrosa” capitalización de 38% en el mercado.

Las seis cotizadas más grandes del sector, que ha avanzado imparable durante la pandemia, perdieron solo en tres sesiones -jueves, viernes y martes, con un fin de semana largo de por medio- la simbólica cifra de US$ 1 billón: recortó US$ 325,000 millones; Microsoft, US$ 219,000; Amazon, US$ 191,000; Alphabet, US$ 135,000; Tesla, US$ 109,000 y Facebook, US$ 89,000.

Ese mismo martes, el índice Nasdaq cayó un fuerte 4.1% y cerró en territorio de corrección, es decir, 10% por debajo de la cifra máxima de 12,056.44 puntos que había registrado tan solo cuatro sesiones antes, en lo que supone el retroceso de esta magnitud más rápido de su historia, aunque la incursión fue breve.

Al día siguiente, los mercados con las tecnológicas a la cabeza rebotaron de tal manera que el subió 2.7% y registró su mejor jornada desde abril; una recuperación parcial que no se sostuvo el jueves, cuando volvió a ser el indicador más perjudicado y perdió casi 2%, y que tampoco parecía prosperar el viernes.

Aun así, el índice que aglutina a las tecnológicas tiene una ganancia acumulada de casi 22% desde que comenzó el año, muy superior respecto a la del Dow Jones de Industriales, al que todavía le toca recuperar cerca de 3% para borrar las pérdidas, y a la del S&P 500, que gana casi 4%.

¿Corrección o estallido?

Los analistas del parqué neoyorquino coinciden en que la volatilidad ha llegado para quedarse, pero evalúan si estos últimos recortes de valor son una mera corrección debido al enorme peso de mercado de las tecnológicas o si los mercados se asoman de nuevo al abismo.

“En comparación con la burbuja tecnológica que se formó a finales de los 1990, las firmas grandes ahora tienen unos fundamentales más sólidos. Sin embargo, el riesgo asociado con su posición dominante es que cualquier rotación fuera de ellas, como la que hemos visto a principio de mes, puede llevar a una caída amplificada en el mercado más amplio”, agregaron los analistas de Charles Shwab.

Por su parte, el analista David Lebovitz, de JPMorgan Asset Management, consideró en una nota que los últimos movimientos bursátiles “representan una consolidación sana” y dijo que el “cambio de comportamiento no debe ser visto necesariamente como un mal presagio de lo que viene”.

“La conclusión, no obstante, es que la volatilidad parece decidida a persistir. El problema más inmediato que afrontan los inversores es cómo evolucionarán las políticas monetarias y fiscales, ya que la continuación de la recuperación requiere que las políticas actuales se mantengan”, apostilló.

Otra perspectiva ofreció el jefe de Inversiones de UBS Global Wealth Management, Mark Haefele, quien argumenta que el “rally” bursátil desde marzo “se ha concentrado en unos pocos nombres tecnológicos” pero “grandes instituciones y pequeños inversores han pasado de comprar acciones” a apostar por opciones de compra, que es un producto derivado que da al titular derecho a adquirir un activo a un determinado precio a cambio del pago de una prima.

Opciones y apalancamiento

Precisamente la semana pasada trascendió que el grupo nipón Softbank adquirió de forma masiva opciones de compra vinculadas a miles de millones de dólares de acciones de empresas de Silicon Valley, un movimiento diseñado para dar beneficios a corto plazo ante una subida del mercado.

“El comercio relacionado con las opciones normalmente no domina los flujos, pero los volúmenes diarios de opciones de compra de acciones en esos nombres tecnológicos se incrementaron entre 5 y 10 veces comparados con sus niveles normales en el último mes”, abundó Haefele.

Por su parte, el jefe de estrategia de la firma de investigación de mercados TS Lombard, Andrea Cicione, opinó que hay signos de que la burbuja está madurando porque hay más “apalancamiento” (capital prestado para una inversión) y ese es el “mecanismo que lleva a su colapso”, pero “quizás no hay suficiente para que explote aún la burbuja de las puntocom 2.0”.

“Si la reciente venta masiva no se intensifica, este episodio podría simplemente animar a los alcistas a comprar en el descenso (‘buy the dip’) y tomarse aún más riesgos. El Nasdaq vivió tres ventas masivas de más del 17% entre 1997 y 1998 de las que salía más fuerte cada vez, y cuadruplicó su valor desde la última de ellas hasta su pico del año 2000”, agregó.