La disputa de los activos de Oi es una de las apuestas de TIM Brasil para recuperarse de la caída de 23.9% del beneficio neto ajustado en comparación con el mismo período del 2019.
La disputa de los activos de Oi es una de las apuestas de TIM Brasil para recuperarse de la caída de 23.9% del beneficio neto ajustado en comparación con el mismo período del 2019.

La disputa por los activos de la brasileña Oi, que se acogió a la ley de quiebras, no es un asunto de “vida o muerte”, afirmó Pietro Labriola, presidente de la operadora de telefonía móvil TIM Brasil, filial de Telecom Italia.

Es importante tener más banda, infraestructura y escala, pero es muy importante destacar que el potencial que vemos en esta operación no es cosa de vida o muerte”, dijo Labriola tras comentar los resultados del segundo trimestre, que reportaron un beneficio neto ajustado de 260 millones de reales (unos US$ 41.8 millones).

De acuerdo con el ejecutivo, en los últimos años su compañía desarrolló un negocio “muy bueno” en Brasil y por eso está en “condiciones de prosperar independientemente del resultado de las negociaciones” para adquirir una parte de los activos de Oi.

La disputa de los activos de Oi es una de las apuestas de TIM Brasil para recuperarse de la caída de 23.9% del beneficio neto ajustado en comparación con el mismo período del 2019, un resultado que de acuerdo con la operadora fue afectado principalmente por un mayor costo de operación, que se elevó en 149% en el trimestre.

La compañía atribuyó el resultado también a los efectos de la pandemia de COVID-19 “a partir de las últimas semanas de marzo y que se extendieron a lo largo del segundo trimestre”.

Así, entre abril y junio del 2020, TIM Brasil obtuvo unos ingresos líquidos por 3,987 millones de reales (unos US$ 771 millones), lo que supone una reducción de 6.5% en la comparación con el mismo periodo del año pasado.

TIM Brasil se asoció recientemente con Vivo (Telefónica Brasil) y la mexicana Claro, las otras dos grandes operadoras del mercado brasileño, para hacerse a los activos de Oi.

Esta semana, las tres empresas mejoraron su oferta conjunta por el negocio móvil Oi y la elevaron hasta los 16,500 millones de reales brasileños (unos US$ 3,235 millones), para superar así en un 10% el mínimo requerido por el grupo brasileño.

No obstante, el pasado 23 de julio Oi anunció que había llegado a una acuerdo de exclusividad con la compañía Highline Brasil, controlada por la estadounidense Digital Colony, el cual está vigente hasta el próximo 3 de agosto.

Highline Brasil actúa en el área de infraestructura de telecomunicaciones y la adjudicación de los activos de Oi, según la propia compañía, implicará la creación de una nueva empresa de telefonía móvil mayorista con nuevas distribuidoras del servicio, lo que supone cambios en la actual reglamentación del sector.

Por el marco regulador actual, no tiene sentido integrar una empresa de infraestructura y una red móvil minorista”, apuntó Labriola en defensa de la oferta presentada por las tres empresas, pero sin dar detalles de cómo sería esa repartición de los activos de Oi.

El presidente de TIM Brasil tampoco descartó una nueva oferta conjunta por parte de las tres compañías, desde que exista un escenario “razonable” de precios.

Sin embargo, si la adquisición por los activos de la operadora en bancarrota no avanzan, apuntó Labriota, la compañía apuesta en otros nichos de mercado como el de la tecnología 5G, que el Gobierno brasileño deberá licitar en el primer semestre del 2021.

En ese sentido, la compañía informó que pretende lanzar comercialmente la banda 5G en tres ciudades brasileñas hasta setiembre próximo.

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