Pese a las razones esgrimidas por Donald Trump para dar un giro de timón contra las joyas chinas de internet, Tik Tok y WeChat no representan una amenaza “mayor” para la seguridad de Estados Unidos, consideran expertos del sector que sospechan que el presidente tiene otras motivaciones.
"No hay justificación para prohibir una aplicación solo porque es china", dijo Daniel Castro, de la Fundación para la Innovación y las Tecnologías de la Información.
Para el experto "las acusaciones de riesgos de seguridad deben estar respaldadas por pruebas sólidas, no por insinuaciones infundadas".
Castro teme que la medida sea contraproducente para los gigantes tecnológicos estadounidenses.
"Van a perder participación en el mercado global si otros países comienzan a aplicar las mismas reglas y bloquean a las empresas estadounidenses porque temen ser vigilados por Estados Unidos", agregó.
Trump firmó un decreto el jueves que prohíbe, a partir de 45 días desde su firma, todas las transacciones de personas bajo la jurisdicción de Estados Unidos con ByteDance, la empresa matriz china de la aplicación de videos Tik Tok.
El mandatario tomó una medida similar contra la plataforma WeChat, que pertenece al gigante chino Tencent y está omnipresente en la vida de los chinos con varios servicios, incluyendo mensajería, pagos remotos y reservas.
El magnate republicano invocó una "emergencia nacional", acusando a las dos aplicaciones de recolectar información para Pekín.
Ambas plataformas "plantean más un problema político que una amenaza a la seguridad", dijo Nicholas Weaver, profesor de seguridad informática en la Universidad de California.
Sin duda, recopilan los datos de cientos de millones de usuarios y WeChat los almacena en servidores en China, que según una ley del 2017, deben ser accesibles para los servicios de inteligencia de ese país.
"WeChat usa enlaces encriptados con sus servidores en China, pero esos servidores pueden ver todos los mensajes, y el gobierno chino también", dijo Weaver.
Para el experto, sin embargo, no hay muchas alternativas si uno quiere comunicarse ampliamente con los chinos, tanto dentro como desde fuera del país. "Al prohibir WeChat, evitará principalmente que los estadounidenses se comuniquen con los amigos o parientes en China, lo que es una idea horrible".
¿Política o seguridad?
En cuanto a la aplicación TikTok, muy popular entre los jóvenes, representa "una operación masiva de extracción de datos" pero ni más ni menos que las redes sociales estadounidenses. "Por supuesto que el gobierno chino puede acceder a él, igual que el gobierno de Estados Unidos", dijo.
Para Weaver estas plataformas no representan un riesgo particular siempre que los usuarios sean conscientes del peligro.
El mejor enfoque "no es una prohibición completa, sino comunicarse mejor con las empresas estadounidenses para llamarlas a estar atentas y configurar los sistemas gubernamentales para evitar los riesgos" de espionaje, advierte.
"Las amenazas reales a la seguridad, y las hay, se manejan mejor con discreción", advirtió Weaver.
"Esto claramente es una preocupación política más que de seguridad", agregó.
Ni WeChat ni Tik Tok deben instalarse en los teléfonos de funcionarios estadounidenses, estimó Adeam Segal, director del programa de seguridad digital del Consejo de Relaciones Exteriores.
Pero la prohibición "no es una acción imprescindible para incrementar la ciberseguridad", coincide, especulando sobre posibles motivaciones políticas de Trump, que busca ser reelegido en los comicios del 3 de noviembre, para tomar la decisión.
El presidente republicano "parece motivado por su sentido de competencia tecnológica con los chinos y su deseo de mostrarse firme frente China a medida que se acercan las elecciones", dijo Segal, haciendo énfasis en la ambigüedad del anuncio presidencial.
La administración Trump “fue muy clara cuando dijo que íbamos a competir con China y que teníamos que contenerlo”, acotó. Por otro lado, “no ha dejado claro lo que espera de China”.