El astillero más importante del Perú apunta a ‘sumergirse’ en aguas más profundas atrayendo para reparación y mantenimiento buques internacionales del tamaño de los post panamax, embarcaciones que llegarán con mayor frecuencia por el nuevo puerto de Chancay. Sobre este y otros planes de la industria naval -una de las industrias menos conocidas, incluso para las carreras técnicas y universitarias en el país-, entrevistamos al director ejecutivo de la empresa de Servicios Industriales de la Marina (SIMA-Perú), contraalmirante César Benavides. [Fotogalería]
¿Cómo ha evolucionado la demanda en cada una de las cuatro líneas de negocio que tiene el SIMA Perú?
En efecto, ofrecemos los servicios de construcción y reparación naval, armas y electrónica, y metalmecánica; y eso lo trabajamos en nuestros tres centros operativos, el de Iquitos desde 1864, en Chimbote y el Callao. Como SIMA, hemos dependido mucho de las políticas del Gobierno, con picos de producción entre los 70 y 80, cuando construimos diversos buques como el de investigación científica Humboldt. Luego cayó nuestra producción por el contexto internacional y retomamos en el 2000, con enfoque también en la construcción de puentes. El 80% de los puentes metálicos que hay en el Perú los hizo el SIMA.
¿De dónde provienen sus ingresos?
Somos una empresa estatal de derecho privado, es decir, no recibimos presupuesto. El día que no vendo, no pago sueldos. El 70% de los ingresos que tiene SIMA es por los convenios de construcción que firmamos con algunas entidades peruanas y el 30% proviene de reparaciones navales para clientes particulares y proyectos de construcción que hemos tenido para la Autoridad del Canal de Panamá.
¿Y qué proyectos privados tienen en cartera?
En Iquitos tenemos un proyecto para la construcción de una embarcación de turismo, un crucero valorizado en casi US$ 9 millones. Las conversaciones con el operador turístico, que es un cliente extranjero, están bastante avanzadas y esperamos que salga (se concrete) antes de fin de año. Pero este es un nuevo proyecto de crucero después de varios años. Antes, construimos el crucero Aqua Expeditions. Antes de la pandemia también tuvimos un requerimiento para Colombia, pero por el covid-19 y la situación geopolítica se paralizó, sin embargo, nosotros pensamos que el mercado se está recuperando y que hay oportunidad de crecimiento en el corto plazo. Nuestras perspectivas son positivas.
A nivel de convenios, ¿cómo funciona y cuánto ha crecido?
A partir de este nuevo siglo empezamos a tener políticas para incentivar la construcción de embarcaciones, se construyó el buque Escuela a Vela (B.A.P.), el buque multipropósito BAP Pisco y, en estos momentos nos encontramos construyendo el BAP Paita. Pero ¿cómo funcionamos? La Marina consigue los presupuestos, firmamos el convenio y aquí construimos lo que se requiere. La idea es que la industria local se vea beneficiada con estas construcciones, por eso nos denominan como empresa estratégica. Solo este año, a nivel de reparaciones, atendimos 131 embarcaciones, 26 de ellas buques de bandera extranjera, y significó ingresos por US$ 9 millones. Los países con los que más trabajamos son Ecuador y España, les siguen Japón, Estados Unidos, China, entre otros.
SIMA Perú inició actividades hace más de 170 años empezando como arsenal naval para trabajos relacionados solo con la Marina de Guerra del Perú. Luego dio un paso adicional para atender la demanda de otros sectores, y empezó a recibir velas extranjeras hace 20 años, con la construcción de remolcadores a Chile entre el 2009 y 2010, y también con la Autoridad del Canal de Panamá en 2012. SIMA tiene prohibido generar utilidades.
¿Y para construcción de nuevas embarcaciones?
Ya hemos construido embarcaciones para Panamá, Chile y Colombia; y ahora la proyección a futuro es trabajar con Centroamérica. Ya tenemos algunos convenios con Panamá para un par de proyectos de construcción de buques para ellos, hemos ofrecido también a Guatemala y Honduras. Centroamérica es un mercado en el que estamos interesados para poder ingresar. A través de las oficinas comerciales de Perú hemos solicitado que nos ayuden con la difusión de los productos que tenemos. (En el caso de Panamá, un proyecto estaría valorizado en US$ 19 millones y un segundo proyecto para la construcción de un buque similar al Escuela Vela, todavía estaría en fase de definir sus dimensiones).
Asimismo, cerraremos el 2022 con cinco embarcaciones entregadas, dos pertenecen al Ejército para abastecimiento logístico en la selva, uno es para el programa Agrorural para la entrega del guano de isla, y dos patrulleras de intervención para la Marina.
Respecto a las embarcaciones pesqueras, ¿no hay un nicho importante ahí?
Con pesca hemos trabajado en mantenimiento y reparaciones, ahorita tenemos un atunero ecuatoriano en reparación. Pero también vemos un mercado potencial de renovación en embarcaciones pequeñas en el extranjero, y por eso estamos viendo con algunos astilleros extranjeros para poder trabajar estos programas de renovación de manera conjunta, puntualmente con Ecuador, de ahí ya hemos recibido consultas.
¿Han identificado ese potencial de renovación también a nivel local?
Si. En general las flotas pesqueras en el país son relativamente antiguas, más o menos el 33% tiene una antigüedad de entre 20 y 30 años, y el 27%, tiene una antigüedad de 40 años. Y por eso es importante esta Mesa Ejecutiva del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para impulsar la industria naval. Es la oportunidad para que el sector pesquero vea esta posibilidad de renovación. Justamente, ya tenemos a dos empresas locales con las que hemos conversado para la construcción de nuevos buques para reemplazar su flota antigua.
¿Qué proyectos nuevos integrarán a su cartera para el 2023?
Este 2022 es un año donde estamos culminando proyectos que ya teníamos en cartera, pero no hemos tenido incorporación de nuevos. Y es que el hecho de que haya elecciones de nuevos gobiernos locales hace que dichas autoridades no generen nuevos proyectos; sin embargo, sí vemos que hay una serie de proyectos de puentes que podrían tener luz verde el próximo año. Esperamos también firmar un convenio con el Fondo de Desarrollo Pesquero para la construcción de desembarcaderos artesanales en la selva.
De acuerdo con el contraalmirante César Benavides, la firma de un convenio para construcción de embarcaciones puede demorar hasta dos años desde que comienzan las primeras conversaciones. En el ultimo año los plazos se extendieron debido a que el precio del acero subió en un 80%, por lo que estuvieron obligados a actualizar los costos de los proyectos.
Puerto de Chancay
¿Están evaluando ampliar su línea de negocio o servicios?
Lo que nos interesa son los servicios que podamos dar cuando opere el nuevo puerto de Chancay, que va a generar un gran movimiento de embarcaciones. Ya hemos hecho un estudio de prefactibilidad sobre si era viable ampliar el dique actual (de 25,000 TPM) y el estudio arrojó que sí. La intención del nuevo dique es operarlo con un socio del extranjero para obtener la transferencia tecnológica. Esta inversión, que estimamos en US$ 300 millones con un plazo de construcción de cinco años, nos ayudaría a ingresar a un sector más competitivo a nivel internacional. Estamos trabajando con el Fonafe la evaluación financiera. ¿Cuál es la razón de tener un dique nuevo?
La tendencia es atender busques más grandes para transporte de carga, por eso es que este dique queda rezagado. En este momento el puerto del Callao recibe en un 50% buques post panamax que no podemos atender y se van a otros países para hacer trabajos de cadena, lo que implica que dejen de gastar en Perú casi US$ 500,000 por buque.
Tienen también un proyecto de ampliación del parqueo de embarcaciones, ¿no?
Es un proyecto de ampliación de capacidad para atender más embarcaciones. Esperaríamos culminar todas las fases en unos cinco años, comenzó en 2016, pero por la pandemia se detuvo y para continuar se requiere el presupuesto que supera en total los US$ 100 millones. Hoy la capacidad instalada de SIMA en el Callao es grande, pero no puedo atender a 50 buques a la vez. La idea también es poder dividir la carga con astilleros formales menores.
Desarrollo de la industria naval
Benavides Iraola explica a gestion.pe que por cada puesto de trabajo en el SIMA se generan cuatro empleos adicionales en la cadena conexa y complementarias de la industria naval, una industria poco explorada, incluso, como plan de estudios de las universidades e institutos del Perú. Por ello, se formó la Mesa Ejecutiva para el Desarrollo de la Industria Naval junto al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
¿Qué se está definiendo en dicha Mesa Ejecutiva?
Primero, identificar a las empresas locales que pueden incorporarse a la industria. Ya hemos conversado con la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), y una vez una señora nos dijo que su empresa hacía una de las herramientas que necesitábamos, el problema era que no tenía la capacidad de producir el volumen que requeríamos. Y, por otro lado, identificar cuáles son las carreras técnicas y universitarias que tendrían mayor demanda. Necesitamos atraer empresas del extranjero, pero darles servicios con mano de obra local.
El MEF ha visto que el modelo de desarrollo a través de la industria naval es un modelo exitoso en otros países, como España, Corea del Sur y China. Ellos dieron un salto en su economía impulsando esta industria porque nos lleva a salir de la producción primaria y generar valor agregado.
¿Y hay la demanda para desarrollar la industria?
En estos momentos se está definiendo el programa de construcción que va a necesitar la Marina de Guerra para los próximos 10 años, que incluye la renovación de sus buques, patrulleras oceánicas, buques de apoyo logístico y buques de investigación científica. Hay algunos que requieren ser reemplazados, como el BIP Olaya y el Humboldt; así como la modernización de los submarinos. Si me dicen que en diez años construirás 10 nuevos buques, entonces requiero de cierto margen de ingresos o presupuesto para mejorar mi actual infraestructura. Eso es lo que estamos por definir.
En conversación aparte, SIMA explicó que los materiales que se requieren para la implementación interna del barco son en su mayoría importados, incluidos la cocina, las lámparas y las paredes internas -que requieren tecnología para no emitir humo o quemarse-; no obstante, hay empresas nacionales que empiezan a interesarse para proveer dichos requerimientos.
Finalmente, ¿cuáles son los proyectos que están en plena ejecución?
Estamos construyendo el buque Paita, que pondremos en el agua en diciembre (próximo mes), para luego continuar con el equipamiento. En la sede de Iquitos se están construyendo dos Plataformas Itinerantes de Atención Social (PIAS) -los Ucayali 1 y 2-, que son embarcaciones que navegan por el río llevando diferentes servicios del Estado, y esta experiencia la quieren replicar Ecuador, Colombia y Bolivia, países a los que ya hemos enviado información. Y en Chimbote hay un proyecto de construcción de barcos para AgroRural, por una demanda importante, para que puedan incrementar su capacidad de transporte del guano de isla.
Datos
- En su línea de negocio de metalmecánica, SIMA Perú entregará este año dos puentes por S/ 25 millones, uno en Cusco y otro en Arequipa. Asimismo, construirá el segundo puente más largo del Perú, el que se instalará en Junín.
- De acuerdo con datos de la empresa, el nivel de operaciones en reparaciones de embarcaciones está a un ritmo cercano al nivel prepandemia (80%).
- La sede del Callao representa casi el 80% de los ingresos totales por años del SIMA.
- SIMA emplea a más de 2,000 trabajadores. De este total, al menos 200 son mujeres que ocupan desde áreas administrativas hasta jefes de construcción. Respecto al tema laboral, SIMA también señaló que la medida que restringe la tercerización laboral también los afectará, sobre todo cuando el pico de producción caiga.