Samsung Display Co. planea gastar 13.1 billones de wones (US$ 11,000 millones) en el desarrollo y fabricación de pantallas de próxima generación, en respuesta a una avalancha de oferta y a la presión de precios por parte de los ágiles competidores chinos.
En un evento al que asistió el presidente coreano, Moon Jae-in, y el vicepresidente de Samsung Electronics Co., Jay Y. Lee, la inversión se anunció como una medida para reorganizar la industria de las pantallas, manteniendo el liderazgo mundial de Samsung y el dominio establecido de Corea. El Gobierno invertirá alrededor de 400,000 millones de wones en pantallas de próxima generación para impulsar ese objetivo, dijo Moon.
La división de Samsung construirá una línea de producción de pantallas de puntos cuánticos en Asan, según un comunicado de la compañía, que comenzará a operar a partir del 2021 con una capacidad mensual inicial de 30,000 paneles de más de 65 pulgadas. Posteriormente, la producción irá aumentando a partir de ahí, con un plan de desarrollo a largo plazo hasta el 2025. La inversión ayudará a crear 81,000 empleos, agregó la compañía.
Samsung y su rival nacional LG Display Co. están lidiando con una intensificación de la competencia de proveedores chinos como BOE Technology Group Co., que en los últimos años ha aumentado la capacidad de fabricación de pantallas de cristal líquido y está adentrándose cada vez más en las pantallas de próxima generación. Para compensar la disminución de los márgenes y la pérdida de clientes, Samsung avanza con el desarrollo de pantallas de puntos cuánticos. La compañía despidió la jornada bursátil el jueves prácticamente sin cambios.
Lee, heredero y líder de facto de Samsung, se ha comprometido a invertir a largo plazo en el negocio de las pantallas, que es uno de los tres pilares principales -junto con los chips de memoria y los teléfonos inteligentes- en los que lidera el campeón tecnológico coreano. Se trata de una enorme apuesta de la compañía en el mercado a medida que el entorno empresarial se deteriora y una disputa comercial entre Corea y Japón crea incertidumbre sobre el suministro de productos químicos y componentes necesarios para fabricar pantallas avanzadas. Esta semana, Samsung ha informado una disminución trimestral de las ganancias de más del 50%, aunque fue una caída menor de lo previsto.
La mayor compañía de Corea es el principal fabricante mundial de pantallas OLED de alto margen, pero el año pasado tuvo problemas ante unos pedidos débiles de Apple Inc. después de que el iPhone XS registrase unos resultados peores a lo previsto. Ahora está por ver el atractivo que los modelos iPhone 11 Pro tendrán para los consumidores durante la temporada crítica de compras navideñas, aunque los analistas se están mostrando más optimistas sobre los pedidos.
La incertidumbre que rodea las tensiones entre Estados Unidos y China, donde Samsung genera gran parte de los ingresos, ha resultado en una desaceleración de la industria de chips en un momento en que la demanda de teléfonos inteligentes disminuye y el ritmo de la construcción del centro de datos se desacelera.