En tiempos en donde la pandemia del COVID-19 aún no existía, los peruanos disfrutaban por estas fechas sus vacaciones de verano, siendo las playas del Piura (Máncora, Vichayito y Órganos principalmente) un importante punto de llegada.
Sin embargo, las medidas restrictivas para evitar más contagios por coronavirus -las cuales iniciaron el año pasado y a la fecha se siguen efectuando- ha puesto en una situación dramática al turismo de playas.
En conversación con Gestión.pe el presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Piura, Javier Bereche, explica que la actividad turística se empezó a reactivar en los meses de setiembre y octubre del año pasado; y en noviembre se llegó a cerrar con un 50% de ocupación de la capacidad hotelera.
Para esos meses los hoteles compraron las certificaciones de protocolos de bioseguridad, incluso las internacionales, para poder abrir de manera segura y reiniciar operaciones. Según indica Bereche, la compra de estas certificaciones representó el 30% del gasto corriente de un hotel.
La recuperación iba avanzando, sin embargo, los mayores contagios reportados llevaron al Gobierno de transición, encabezado por Francisco Sagasti, tomar nuevas medidas restrictivas.
Los hechos y las consecuencias
Así, en diciembre del año pasado el Ejecutivo anunció el cierre de playas desde el 22 de diciembre del 2020 hasta el 04 de enero del 2021, luego se amplió el cierre hasta el 17 de enero, y recientemente la medida fue nuevamente extendida, esta vez hasta el 31 de enero próximo.
Ello trajo consecuencias, pues –detalla Bereche- de los 400 hoteles que operaban en la franja litoral de Piura y Tumbes, hoy solo operan 50, unas 50 están en riesgo de quiebre y 300 hoteles esperan ser rescatadas.
“El sector ahora está a un 15% o 20% de su capacidad instalada porque sí hay familias ocupando los hoteles. A pesar de no utilizar la playa no tenían otra opción (de irse), ya no podían reprogramar sus vacaciones, ni tampoco podían reprogramar sus vuelos, así que han hecho uso del hotel. Si cierran la playa, cierra el hotel prácticamente”, explicó.
Sin embargo, estos 50 hoteles aun presentan dificultades para operar. Y es que según precisa, tras las nuevas restricciones en el uso de playas, los usuarios han solicitado la devolución del dinero por el paquete que habían reservado. Incluso los clientes han denunciado estos hechos ante el Indecopi.
A esto se suma que detrás de los hoteles existe una cadena de suministro importante que involucra a pequeños emprendedores de comercio y pesca, quienes ahora también se ven perjudicados.
Frente a estas continuas restricciones, se espera que estas medidas sean levantadas por el Gobierno para los meses de febrero, marzo o abril, y con ello lanzar una estrategia denominada “paquete futuro de vacaciones”, en donde los usuarios programan sus vacaciones y por el pronto pago se realiza un descuento en la reserva.
Bereche indicó que esta estrategia debe ir acompañada con el apoyo del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) a través de nuevas opciones para poder subsistir.
“Los empresarios del norte, de Piura, somos muy conscientes que debemos velar por la salud y la vida de los peruanos, pero también pensamos que existen alternativas para salvar al sector”, afirmó.
Datos
-En Piura el 2020 cerró con 91% de empresas reactivadas
-En la región solo la actividad agroexportadora registró cifras en azul el año pasado al crecer 5%
-El sector restaurantes de Piura se ha refugiado en la digitalización y la banca para sostener sus negocios