Petróleo Brasileiro SA ha iniciado su tercer plan de despido voluntario este año en una ampliación de los recortes que han reducido a la mitad la fuerza laboral del productor estatal de crudo desde el inicio de la crisis petrolera en 2014.
El plan más reciente se centra en posiciones corporativas y amplía los incentivos para dejar la compañía ofrecidos a otros dos grupos de trabajadores a principios de este año, dijo el productor con sede en Río de Janeiro, conocido como Petrobras, en un comunicado regulador el jueves.
El máximo ejecutivo de la compañía, Roberto Castello Branco, está tratando de recortar US$ 8,100 millones del presupuesto de la compañía en cinco años, principalmente mediante la eliminación de personal y de gastos de marketing. El ejecutivo, designado este año por el presidente brasileño Jair Bolsonaro, también ha intensificado sus planes para recaudar miles de millones de dólares con ventas de activos a fin de apuntalar el balance de la compañía y centrarse en la producción de crudo en aguas profundas.
Petrobras ya había reducido su personal a 182,000 trabajadores en junio, desde los 446,000 a finales del 2013, incluyendo empleados de filiales y contratistas. Excluyendo esas categorías, la compañía ha reducido su fuerza laboral central en un 24% a 47,545 empleados.
Castello Branco ha dicho en varias ocasiones que la compañía todavía tiene demasiados empleados y debe mejorar su eficiencia.
En el 2014, Petrobras sufrió un doble golpe por una caída de los precios del petróleo y una investigación de corrupción masiva, un giro frente al enfoque anterior que usaba la compañía para crear empleos, mantener los precios del combustible artificialmente bajos e impulsar la economía con grandes inversiones. La caída en desgracia del productor finalmente resultó en la rebaja de su deuda al rango de basura o deuda especulativa.
“Había un exceso de empleados”, manifestó el ex director ejecutivo de Petrobras, Hugo Repsold, en una entrevista telefónica desde São Paulo. “Los ajustes son un paso importante para que la empresa sea más eficiente”.
Repsold, quien dejó Petrobras en enero pasado en una reestructuración de la gerencia tras la victoria de Bolsonaro, fue responsable de gran parte de los programas de despido que la compañía introdujo desde 2015.