El laboratorio alemán CureVac, que desarrolla una vacuna contra el COVID-19 a base de ARN mensajero, anunció que incluyó en sus ensayos las nuevas variantes del virus, y confirmó su objetivo de entrar al mercado en el segundo trimestre.
La firma de biotecnología justifica esta inclusión en “la propagación rápida de nuevas variantes del virus” en América Latina y Europa, donde realiza desde fines del 2020 su tercera y última fase de ensayos clínicos, según un comunicado.
Se trata de probar en esas regiones “la eficacia del candidato a vacuna para las variantes específicas” del COVID-19, agregó la empresa.
“Nuestro objetivo es proteger a la población y en particular a los grupos de edad de riesgo”, declaró Ulrike Gnad Vogt, directora de desarrollo en CureVac.
Curevac afirma estar discutiendo sobre ese tema con la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que hace ya un examen continuo de su vacuna.
El laboratorio “espera datos de ambos ensayos clínicos en el segundo trimestre” y “confirma su intención de someter la demanda de aprobación formal” también en el segundo trimestre.
CureVac se alió a los gigantes farmacéuticos suizo Novartis y alemán Bayer, que participarán en las fases de producción futuras, cuando la penuria de vacunas a escala mundial es uno de los principales obstáculos en la lucha contra la pandemia.
La Comisión Europea ya firmó un contrato con CureVac, en torno a la compra de 405 millones de dosis.
Cuatro otras vacunas ya están autorizadas en la UE, las de Pfizer-BioNTech y la de Moderna, basadas en la tecnología de ARN mensajero, y las de AstraZeneca y Johnson & Johnson, en la de vector viral.
La vacuna Sputnik V desarrollada por Rusia está siendo examinada por la EMA desde el 4 de marzo.