Con una producción por encima de las 33,000 prendas al año, Kero Design es una empresa familiar que hace 20 años exporta prendas de vestir de alpaca. El 70% de su producción es llevada a Alemania, y en menor cantidad a Austria, Bélgica, Estados Unidos y Australia.
El 2020 cerraron con ventas 4% por encima del 2019 y en el primer trimestre del presente año se ha mantenido al igual que el mismo periodo del año pasado. Ello pese a que es una temporada en la que baja la exportación de alpaca y se colocan más prendas de algodón.
“Hemos visto un repunte de las ventas en Otoño-Invierno, que comienzan a despacharse entre junio y agosto próximo a los mercados del hemisferio norte. El pronóstico es terminar este año entre 15% y 20% por encima del 2020”, indica la gerente general, Mariella Gonzales.
Sobre los retos que debieron enfrentar, uno es la pandemia y la consecuente contracción del mercado europeo. Pero los clientes mantuvieron los pedidos y en algunos casos vendieron más, porque proveedores de otros países no pudieron atender ciertos pedidos.
Gonzales cree que un factor clave fue el ajuste de costos que hicieron lo que les permitió ser más competitivos en precios.
Otro de los puntos negativos que enfrentaron como sector textil fue una denuncia de la organización internacional ambiental PETA que publicó en junio pasado un video de maltrato a las alpacas en Puno por parte de esquiladores. Gonzales explicó que este hecho aislado afectó porque se cuestionó el proceso de esquila.
Lo que pasó fue que toda la cadena productiva (esquiladores, productores, tejedores, diseñadores, exportadores y autoridades) se unió en mesas de trabajo para difundir el trabajo ancestral de la esquila en los andes peruanos y establecer protocolos de protección animal.
“A nosotros la campaña de PETA no nos quitó órdenes, pero sí nos ha costado explicarle a los clientes que lo difundido fue un hecho fortuito, que la alpaca está integrada en una cosmovisión andina, y es una práctica que tiene cientos de años”, expresa Gonzales.
Marca propia
Como objetivo a mediano plazo, la empresa espera consolidarse en Alemania y Estados Unidos, y entrar a boutiques con la marca propia. Actualmente el 33% de lo que exportan se vende como Kero Design y el resto es vendido con las etiquetas de las empresas que compran, entre ellas Hess Natur, Peruvian Connection y Alpaca Passion.
Gonzales explica que han ido subiendo de a pocos, y han logrado entrar a Estados Unidos con marca propia. Con ese fin estrenaron web en diciembre pasado para vender al consumidor final. El hermano de Mariella está allá encargado de las operaciones. El objetivo es llegar a un 40% de productos con marca propia.
En el plano local, algunas veces han vendido prendas a través de Dédalo y Lanificio. Antes de la pandemia evaluaban abrir una tienda física en Lima, y ahora han retomado la idea y conversan con otras empresas para poder hacer una tienda multimarca online.
“Que pase la coyuntura política este año, y sé que habrá espacio para este tipo de productos. Ahora estamos abocados para la venta fuera, pero el mercado local sigue siendo interesante para nosotros”, comentó.
Comercio justo
La empresa cuenta con la certificación de Comercio Justo desde el 2014, alineando sus principios con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
De hecho, Kero Design fue una empresa que decidió seguir con todo el personal, 40 trabajadores en la sede principal en Lince y en su taller en Barranco, y más de 100 tejedores que trabajan en talleres externos.
Gracias a ello, uno de sus clientes que es un holding europeo les transfirió un bono por COVID a fines del año pasado para distribuirlo entre el personal y los trabajadores externos, porque se preocupan por la responsabilidad social de las empresas con las que trabajan.