Los ingenieros del Jeep Wrangler tenían un dilema: ¿cómo rediseñar uno de los todoterrenos más emblemáticos de modo tal que sobreviviera al endurecimiento de las normas de ahorro de combustible sin abandonar la forma de ladrillo que es uno de sus atractivos esenciales?
A primera vista, el diseño de la próxima generación del Wrangler no parece haber cambiado demasiado. Pero una curva aquí y un redondeo allá mejoraron un 9% el plano aerodinámico, según Mike Manley, jefe de marca de Jeep.
"No es una mejora pequeña para un vehículo de ese estilo y forma", dijo Manley en una entrevista. Los cambios sutiles en el exterior, combinados con materiales más livianos y trenes motrices menos sedientos de combustible, volverán “a prueba de futuro” al Jeep, descendiente directo de los recios vehículos de batalla de la Segunda Guerra Mundial, agregó.
Para Fiat Chrysler Automobiles NV, es crucial que los ingenieros de Jeep hagan más eficientes sus vehículos utilitarios deportivos.
Aun cuando la rentable marca es la joya de la corona del imperio de Sergio Marchionne, Jeep va a conseguir la buena valuación que busca el presidente ejecutivo solo si tiene un plan creíble para el cumplimiento normativo.
Así preservaron los ingenieros de Wrangler el aspecto del modelo al tiempo que lo hacían algo más aerodinámico:
El Wrangler todavía tiene la parrilla de siete ranuras característica de Jeep. Pero ahora hay una curva sutil a unos dos tercios de la altura que permite que el aire fluya de forma más eficiente sobre el frente del todoterreno y se deslice por el capó.
Impulsar un auto por su camino es, básicamente, como dar un puñetazo en el aire, dijo Brian Leyes, el ingeniero jefe del Wrangler. El tamaño y la forma del vehículo determinan la magnitud del golpe y luego el plano aerodinámico influye en la eficiencia con que el vehículo avanza.
El jefe de diseño, Mark Allen, se sintió presionado para modificar el parabrisas vertical del Wrangler, así que hizo imprimir un póster con una veintena de imágenes de Wranglers con parabrisas cada vez más inclinados. Lo hizo circular entre su equipo para generar conversaciones sobre hasta dónde podían llegar antes de que la inclinación fuera excesiva.
La respuesta sobre dónde trazar la línea fue casi unánime. Casualmente, el último ángulo aceptable fue también el que produjo la mejor aerodinámica general.
Los espejos laterales de 2018 no son más pequeños que en el modelo actual, pero se les dio forma, igual que al capó y el parabrisas, para permitir que el aire pase más suavemente.
La capacidad de deslizarse a través del aire también está facilitada gracias a una ligera conicidad en el techo del Wrangler que lo hace cerca de 2,5 centímetros (1 pulgada) más angosto en la parte posterior que en la parte delantera. El parante trasero del cuatro por cuatro es más redondeado en comparación con el modelo anterior.
En la parte posterior del techo hay un alerón pequeño y sutil denominado alerón de labio que suaviza y dirige el flujo de aire para reducir la turbulencia.
El Wrangler se ha vuelto también un poco más largo y más ancho. Una ventaja de eso en relación con las reglas de ahorro de combustible de EE.UU. es que reduce las exigencias de regulación para el modelo, que se basan en parte en el volumen del vehículo. Pero si los requisitos de las normas para camionetas aumentan según lo establecido por el gobierno de Obama, el modelo aún enfrentará algunos desafíos.