Un grupo de capital privado local que este año hizo una apuesta en el sector de petróleo y gas de Venezuela, asediado por las sanciones de Estados Unidos y años de desinversión, espera que el gobierno socialista realice reformas que atraigan capital a la nación miembro de la OPEP.
Ejecutivos de Sucre Energy Group, con sede en Caracas, dijeron en una entrevista que las autoridades venezolanas habían expresado su disposición a poner los precios del gas natural en línea con las tarifas del mercado, después de años de congelaciones de precios y fuertes subsidios. El débil flujo de caja de la estatal petrolera PDVSA, que compra gas a productores privados, ha provocado importantes retrasos en los pagos.
Tales cambios serían cruciales para el éxito de los esfuerzos de Sucre, que busca impulsar la producción en Gas Guárico, una empresa de riesgo compartido de gas natural en sociedad con PDVSA. Sucre compró una participación del 70% de la japonesa Inpex Corp este año, el último ejemplo de cómo pequeñas empresas locales ocupan los espacios de las principales multinacionales que abandonan los activos de petróleo y gas venezolanos.
“Creemos que el estado va a poner en marcha la política pública necesaria para que este mercado funcione”, dijo Nicolás Faillace, uno de los directores de Sucre, en una entrevista el jueves. “Eso dará el incentivo adecuado para que se realicen los pagos”, agregó.
La compañía también apunta a comprar más activos en petróleo y gas en Venezuela y ha mantenido conversaciones con otros socios privados que están en empresas mixtas con PDVSA, aunque Faillace y Santiago Fontiveros, el otro director de Sucre, se negaron a identificar a las empresas.
El año pasado, Venezuela retiró algunos subsidios a la gasolina en un intento por aliviar la escasez crónica, y el gobierno ha alentado la inversión privada para ayudar a la economía que afronta una larga recesión y las sanciones estadounidenses a PDVSA y otras instituciones estatales, destinadas a buscar la salida del poder de Maduro.
Pero el gobierno hasta ahora no ha dado indicios de que tenga la intención de aumentar los precios de otros combustibles como el gas natural. Y a pesar del retórico abrazo de Maduro al sector privado después de años de culparlo de la recesión y la hiperinflacionaria en Venezuela, los críticos advierten que ha habido pocas reformas pro mercado y que los riesgos de invertir en el país siguen siendo altos.
“Muchas empresas tienen muchos años sin cobrar”, dijo Antero Alvarado, socio gerente para Venezuela de la consultora Gas Energy Latin America. “Hasta que no se rompa esa dinámica, al sector de gas le va a costar muchísimo tener crecimiento”, añadió.
Ni PDVSA ni el Ministerio de Petróleo de Venezuela respondieron a las solicitudes de comentarios.
Swaps de deuda por patrimonio
Sucre contempla aumentar la producción en Gas Guárico de los actuales 50 millones de pies cúbicos por día (Mmcf) a 70 Mmcf por día en los próximos meses, la capacidad actual del proyecto sin nuevas perforaciones. La producción total de gas de Venezuela promedió 4,700 Mmcf por día en el 2020, según Alvarado.
Hasta el momento, Sucre ha gastado alrededor de 2 millones de euros (US$ 2.37 millones) en mejoras iniciales, como la compra de repuestos para equipos. La compañía ha recaudado dinero de inversores individuales venezolanos y europeos. Fontiveros dijo que Sucre está hablando activamente con fondos de capital privado europeos.
Otro método por el cual la firma podría ingresar a proyectos de petróleo y gas es mediante canjes de deuda pública por participaciones, dijo Fontiveros.
PDVSA recientemente cedió su partición de 49% en una refinería en República Dominicana mediante un canje de deuda, que los funcionarios ven como un modelo para futuros acuerdos para reducir la alta carga de deuda del país sudamericano e impulsar la inversión.
“Una gran parte de esa deuda a capital pasará con el sector de petróleo y gas y el sector petroquímico, obviamente, porque ahí es donde están los mayores activos de Venezuela”, dijo Fontiveros, agregando que las autoridades venezolanas estaban “muy abiertas a eso”.