Tras incumplir sus pagos en noviembre, el asediado gigante de la construcción brasileña Odebrecht Engenharia e Construção SA parecía decidido a actuar rápidamente para negociar con los acreedores.
Un mes más tarde, la compañía inició conversaciones con algunos de sus principales tenedores de bonos, les otorgó acceso a información confidencial y aceptó reembolsarles algunos honorarios. Ambas partes sostuvieron conversaciones posteriores como preludio a una reunión en Nueva York el 27 de febrero, momento en que la compañía brasileña debía presentar su propuesta para reestructurar alrededor de US$ 3,000 millones de deuda.
Sin embargo, Odebrecht no estaba lista. Ofreció reunirse solo si el grupo de tenedores de bonos extendía las discusiones privadas por un mes más y, cuando los tenedores de bonos se negaron, la reunión fue cancelada. Atrapada con bonos cotizados a solo 15 centavos por dólar, su mayor acreedor se impacienta.
"No parecen estar listos para comprometerse plenamente", dijo en una entrevista Robert Rauch, socio de Gramercy Funds Management LLC, la firma con sede en Greenwich, Connecticut, que lidera el grupo de tenedores de bonos. "Es importante llegar a una resolución lo más rápido posible, ya que de lo contrario no será fácil para ellos concretar acuerdos adicionales y conseguir nuevos negocios".
Odebrecht se está quedando sin efectivo. Un gasto menor en proyectos de infraestructura en América Latina ha ejercido presión en su negocio, además de los miles de millones de dólares en multas que la compañía y su matriz acordaron pagar como consecuencia de un escándalo de corrupción en el 2014.
Sin una reestructuración o renegociación de su deuda, es probable que la empresa tenga que declararse en bancarrota, escribieron analistas de S&P Global Ratings en una nota de noviembre.
'No viable'
Odebrecht "sigue comprometido a discutir y negociar una transacción de reestructuración" con el grupo de tenedores de bonos, dijo una portavoz de la compañía.
Una vez finalizado el período de discusiones privadas, el grupo liderado por Gramercy hizo pública su propia propuesta de reestructuración este mes.
El plan ofrece a la compañía una extensión de cuatro años en los vencimientos y sin recorte en el valor nominal de la deuda. Permite que los pagos de intereses se realicen mediante la emisión de bonos adicionales en lugar de efectivo hasta el final del 2021.
Odebrecht denominó la oferta del tenedor de bonos como "no viable" y dijo que la compañía está "concretando una propuesta de reestructuración integral que satisfaría adecuadamente sus necesidades a corto y largo plazo".