(Foto: AFP)
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anunció que pospone la eliminación de las de su popular navegador de internet a finales del 2023, casi dos años más tarde de lo que estaba previsto.

En una entrada en su blog corporativo, la firma de Mountain View (California, EE.UU.) justificó el retraso porque “aunque se ha logrado un progreso considerable con esta iniciativa, ha quedado claro que se necesita más tiempo en todo el ecosistema para que esto salga bien”.

En este sentido, Google citó a los organismos reguladores, a los portales de internet y a la industria publicitaria como “actores” con los que deben mantener más conversaciones para que puedan adaptarse a un escenario futuro libre de “cookies”.

La compañía anunció por primera vez su intención de deshacerse de las “cookies” en enero del 2020, y en esa ocasión estableció un calendario en el que preveía eliminarlas en dos años, es decir, a principios del 2022.

Las cookies de terceros son las enviadas al computador, teléfono celular u otro dispositivo conectado a internet por parte de un tercer dominio, es decir, ajeno a la página que se está visitando, y son usadas habitualmente para rastrear los hábitos del usuario en internet y ofrecerle publicidad personalizada.

En este sentido, cabe diferenciarlas de las cookies originales o de primeros, enviadas al sistema por el dominio que se está visitando para agilizar y facilitar la navegación y futuras visitas mediante, por ejemplo, el recuerdo de nombres de usuario y contraseñas o de preferencias de navegación.

Cuando elimine las cookies de terceros, Chrome, el navegador más usado en el mundo con una cuota de mercado de en torno al 64%, según Statcounter, pasará a dificultar enormemente la tarea de las firmas de publicidad en internet, que las usan para vender a los anunciantes espacios digitales de difusión ajustados al público al que se dirigen.

Los principales competidores de Chrome, Safari (propiedad de Apple) y el independiente Firefox, ya hace tiempo que bloquearon las cookies de terceros en sus productos.