Exxon Mobil Corp. y Chevron Corp. están invirtiendo las ganancias no previstas en recompras de acciones a medida que el aumento de los precios de la energía impulsa los flujos de efectivo.
Exxon reactivará las recompras por primera vez desde 2016 y gastará hasta US$10,000 millones a partir del próximo año, una medida que sorprendió a los analistas. Chevron evalúa expandir su programa de recompra después de que el aumento de los precios del gas natural y los retornos por la refinación de petróleo llevaron el flujo de caja libre a un máximo histórico en el último trimestre. Las acciones de ambas empresas subieron.
Los gigantes petroleros están utilizando las ganancias inesperadas para recompensar a los accionistas en lugar de aumentar el gasto en nuevas perforaciones como se hizo durante los auges anteriores. Eso es un golpe para los consumidores de energía de todo el mundo, ya que la escasez de oferta y las alzas de precios despiertan preocupaciones sobre la inflación. Ambas empresas mantuvieron los presupuestos de 2022 dentro de rangos previamente proyectados.
Con el aumento de los traslados y los viajes aéreos, hay “una fuerte demanda en nuestros productos y se espera una mayor recuperación” durante el trimestre actual, dijo el director financiero de Chevron, Pierre Breber, en una entrevista. “Somos una empresa mejor de la que eramos antes del COVID. Los costos han bajado, la producción ha aumentado y somos mucho más eficientes en términos de capital”.
Exxon ganó US$1.58 por acción durante el tercer trimestre, en comparación con la estimación promedio de US$1.56 entre los analistas en una encuesta de Bloomberg. Los ingresos netos, excluyendo algunas ganancias y pérdidas extraordinarias, alcanzaron los US$6,800 millones, la mayor cantidad desde 2014.
Otra sorpresa fue el anuncio de Exxon de cuadruplicar las inversiones en energía baja en carbono solo meses después de que el inversionista activista Engine No. 1 reemplazara a una cuarta parte del directorio del gigante petrolero. Fundamentalmente, el presupuesto de capital a largo plazo de Exxon no ha cambiado, lo que indica menos efectivo disponible para proyectos de combustibles fósiles.
La ganancia trimestral de Chevron, excluidos los ingresos extraordinarios, llegó a US$2.96 por acción, lo que superó todas las estimaciones de los analistas compiladas por Bloomberg. Las ganancias fueron tan sólidas que la relación deuda neta-capital de la compañía ha caído por debajo de su objetivo de 20% a 25%, un umbral clave que podría impulsar un aumento en las recompras de acciones más allá del rango actual de US$2,000 millones a US$3,000 millones al año, dijo Breber.
“Nos estamos acercando rápidamente a un índice de deuda neta en el que podríamos aumentar aún más nuestro rango de proyecciones de recompras”, dijo.
Chevron redujo su objetivo de presupuesto de capital para todo el año a un rango entre US$12,000 millones y US$13,000 millones, desde US$14,000 millones, citando aplazamientos de proyectos relacionados con la pandemia y costos reducidos en la Cuenca Pérmica.
Hasta ahora, el explorador petrolero ha evitado los intereses de inversionistas activistas como los que han apuntado a Exxon y, más recientemente, a Shell. El director ejecutivo de Chevron, Mike Wirth, apuesta por una estrategia para enriquecer a los accionistas y aumentar la producción, mientras que al mismo tiempo aborda las preocupaciones climáticas mediante la reducción de una controvertida medida de emisiones de carbono.
El flujo de caja libre de US$6,7000 millones en el trimestre permitió a Chevron financiar un dividendo que se encuentra entre los 10 primeros en el índice S&P 500 y reducir la deuda. Pero la compañía recompró solo US$625 millones en acciones en el período, el punto medio de su rango objetivo.