(G de Gestión) Las ideas de negocio a veces pueden aparecer de la forma menos esperada. La inspiración puede llegar durante una conversación con los amigos, en la ducha u observando a su mascotas. Eso fue lo que pasó con Titi, una empresa social de Huancayo que se fundó luego de que su creadora adoptara a su primer gato en pandemia. Hoy está a punto de abrir su primera tienda en Lima y lanzar tres nuevos productos para animales domésticos. Una historia distinta a la de Faraday, una idea que surgió cuando su fundador estaba en un voluntariado en colegios y ahora apunta a llegar a México.
El número de empresas con propósito en el Perú está creciendo de manera exponencial, y más en provincias que en Lima capital, afirma Cinthia Varela, directora ejecutiva de la plataforma Kunan. No obstante, no todas están en el mismo nivel para que puedan escalar de forma más rápida. Por ejemplo, el 50% de emprendimientos que postulan al Desafío Kunan están en una etapa inicial ―incluso en la informalidad―, el 35% cuenta con una demanda de mercado muy clara y están escalando sus acciones en otras regiones; y solo el 15% está expandiéndose a otros mercados. “Aún así, el Perú ya está exportando este tipo de empresas. Es tan atractivo que organizaciones con propósito de otros países están llegando al Perú”, señala.
Si hay una parte por mejorar para el despegue de este tipo de empresas, esa es la gestión. “Hay muchas empresas con una gran propuesta de valor pero no tienen orden, no hacen reportes. Tienen claro que quieren financiamiento, pero no saben de qué tipo: si deben dar un porcentaje de acciones o de las ventas. Todavía hay una carencia de herramientas de gestión de negocios y ahí es donde debemos apoyarlos”, sostiene Varela.
Mercado de mascotas
“Cuando adopté a Titi surgieron algunas preguntas como: ¿qué podría hacer yo para cuidar a los gatos y que además tenga impacto social? Una vez compré un cepillo para mi gato y pensé que podía crear un cepillo con materiales que hay en el Perú. Así llegamos al caucho”, cuenta Elizabeth Javier, fundadora de Titi.
La empresa se financió, al inicio, con los ahorros de Elizabeth, su socio y algunos familiares. El trabajo más arduo, recuerda, fue ganarse la confianza de las comunidades que procesan el caucho natural. El primer problema fue que algunas plantas solo procesaban caucho importado, y el desafío fue explicarles los beneficios de usar un producto nacional. Solo un local lo entendió. “La comunicación constante y anticipada fue clave”, menciona Javier. Desde sus primeras alianzas con sus socios Titi ha comprado 1,000 kilos de caucho al año a una comunidad que pertenece al área protegida Reserva Comunal El Siria, en Pasco. Y, para este 2024, se ha incrementado el volumen a 1,500 kilos. Esto se debe a que se ampliará el número de productos para mascotas a base de caucho de dos a cinco al cierre del año.
Cuando Javier notó que el mercado de mascotas crecía en plena pandemia ―hoy ocho de cada 10 peruanos destina S/ 200 al mes a su animal de compañía―, vio la necesidad de surtir su emprendimiento con camas, ropa y collares. Ahí surgió otra oportunidad de alianza para la empresa. En plena cuarentena por la COVID-19, logró contactarse por teléfono con el penal de mujeres de Jauja.
“Hay dos razones que son clave. Cuando comenzó el proyecto uno de sus pilares era generar el empoderamiento y el desarrollo de poblaciones vulnerables. Siempre me ha motivado el emprendimiento social y había visto cómo otras marcas trabajan con cárceles en Lima. Yo lo quise hacer en Jauja. Las internas sabían poco del mercado de mascotas, así que les dimos talleres y ahora son nuestras aliadas”, cuenta.
Titi ganó el premio Startup 9G en el 2023, año en que sus ventas crecieron un 38%. Para este 2024, en el que se convertirán en una distribuidora para veterinarias y tiendas, proyectan una expansión del 50%. Además, apuntan a ingresar a trabajar con comunidades de San Martín y Amazonas. Y con los S/ 67,000 que recibieron de ProInnóvate esperan financiar su primera tienda en Lima.
“No es sencillo hacer un negocio, pero cuando se está en marcha el camino es más fácil porque se encuentran aliados. Cuando uno genera sy modelo de negocio identifica si en alguna parte de la cadena puede hacerlo de una manera distinta, que tenga impacto en alguna población específica. Mira fuera de Lima”, sugiere Javier.
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El caso de Faraday
El proyecto Faraday (“imagina un robot por día”) nació cuando Percy Rodríguez, CEO de la firma, participó en un voluntariado que abordaba las brechas educativas en Lima. Su primera impresión sobre la cultura de la robótica en las aulas fue de preocupación. Pocos salones contaban con piezas de Lego para motivar a los estudiantes a armar figuras y ahí quedaba todo. “Vimos el estatus del país y nos dimos cuenta de que los productos extranjeros dominaban la robótica. Nuestra propuesta, entonces, fue diseñar piezas con las que el estudiante imagine, cree y ensamble un robot; y también crear una metodología para los docentes”, explica.
Para lograr la sostenibilidad comercial, Faraday empezó a tener alianzas con ONG que tenían a clientes en busca de un servicio educativo innovador. También fue clave la asociación con la Municipalidad de Lima, que brindó acceso directo a cerca de 2,000 alumnos cada mes. “Hicimos una alianza con Tata Consulting, transnacional de la India y también con una universidad. Hemos llegado hasta Arequipa para acercar a 60 estudiantes a la robótica”, dice Rodríguez. Actualmente, el 70% de los ingresos de la empresa proviene del B2B y el 30% del B2C, específicamente de la venta de un kit que incluye piezas a base de madera ecológica, partes mecánicas y electrónicas, tuercas y pernos.
Un docente es hoy el socio principal de Rodríguez. La empresa está conformada por solo cuatro personas, pero integrará a otras más en el transcurso del año. Serán profesionales en robótica y programación. Y es que se prevé cerrar el 2024 con siete nuevas alianzas y elevar a 10 en el número de colegios aliados. La proyección a mediano plazo es escalar a México.
“Ya hemos tenido contacto con aliados en México y Bolivia donde están interesados en nuestra metodología y en la creación de un kit de robótica original. Para potenciar nuestra propuesta, vamos a incluir en el equipo a expertos en Inteligencia artificial para crear un laboratorio digital. El nuevo paso es que el estudiante no solo tenga acceso al robot físico, sino que sea guiado por un bot. Ya hemos pasado la fase del testeo, solo falta su implementación en nuestra web. Estará listo para julio”, confirma.
Para lograr escalar, han identificado una oportunidad de participar en algunas rondas de inversión por S/ 100,000.
Dato
- El desafío Kunan tiene inscripciones abiertas hasta el 31 de mayo. En esta nueva edición incorpora —además de sus categorías Alimenta Perú, Ciudades sostenibles, Educar para transformar, Emprende retail e Impulsa mujer— la categoría Jóvenes por el cambio.
- En línea con lo anterior, la edición de Protagonistas del Cambio UPC por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) abrió su convocatoria. Esta dirigida a fundadores o cofundadores de iniciativas sociales. La postulación es hasta el 30 de junio.
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