Una corte de Estados Unidos condenó a siete años de cárcel al exejecutivo de la alemana Volkswagen (VW) Oliver Schmidt por el escándalo de los motores trucados para que parecieran menos contaminantes de lo que eran.
Schmidt, que desde el 2012 hasta marzo del 2015 dirigió una división de VW dedicada a atender reglamentaciones fue también multado en US$ 400,000 por un juez federal de Detroit.
Alemán y de 48 años, Schmidt se declaró culpable de haber conspirado para cometer fraude y transgredir normas ambientales de Estados Unidos.
Schmidt fue informado en la primavera boreal del 2014 de la existencia de un programa colocado en motores diésel que burlaba los tests de control de emisiones contaminantes a que deben ser sometidos los autos.
Por lo tanto "en el verano del 2015 Schmidt participó de conversaciones con otros empleados de VW para determinar cómo responder preguntas hechas por autoridades estadounidenses sin revelar la existencia de ese programa engañoso", dicen documentos de la justicia.
El exejecutivo fue arrestado en Miami a comienzos de año cuando terminaba sus vacaciones.