A diferencia de un e-commerce tradicional, un e-commerce consciente ralentiza la experiencia de compra para crear momentos más memorables para los consumidores, al despertar sentidos y dar momentos de pausa y reflexión.
A diferencia de un e-commerce tradicional, un e-commerce consciente ralentiza la experiencia de compra para crear momentos más memorables para los consumidores, al despertar sentidos y dar momentos de pausa y reflexión.

Los consumidores están comprando online más que nunca, pero también anhelan más momentos de calma, y buscan marcas que prescindan de lo superfluo y ofrezcan experiencias sensoriales y emocionalmente atractivas. Para adaptarse a esta nueva necesidad, los retailers pueden conectar con los clientes mediante la creación de entornos online tranquilos, que provoquen emociones, calmen la ansiedad y sean acogedores, sugiere WGSN, empresa de pronósticos de tendencias.