Los conductores británicos cuya victoria legal contra Uber Technologies Inc. puso en jaque la economía colaborativa en el Reino Unido espera otra victoria judicial, esta vez en un intento por recuperar la información que la aplicación de viajes compartidos almacena de ellos.
Los exconductores de Uber, James Farrar y Yaseen Aslam, esperan a que el Tribunal de Distrito de Ámsterdam decida esta semana si el gigante del transporte de pasajeros violó las estrictas regulaciones de privacidad de Europa al retener la información que posee sobre conductores y mensajeros. Ámsterdam es el hogar de la sede internacional de Uber.
“Hay una carrera armamentista de vigilancia en la economía gig”, dijo Farrar. “Si mueves todo detrás de la cortina digital, Uber puede decir: ‘Eres tu propio jefe. Las manos fuera. No estamos tocando nada. Pero debajo del escritorio, nos están gestionando. Así que tenemos que obtener esta transparencia”.
El sindicado de conductores y mensajeros de aplicaciones ADCU quiere que Uber brinde a los conductores acceso a datos como sus calificaciones, información sobre los viajes que han realizado, su desempeño en comparación con otros conductores y notas que los empleados de Uber hacen en sus perfiles internos, según un documento judicial del abogado de los demandantes, Anton Ekker. Si bien Uber ofrece a los conductores acceso a algunos datos personales, el alcance es limitado y a menudo incompleto, dijo.
Farrar dijo que la tecnología de Uber también se usó para suspender a algunos de sus conductores, que no estaban satisfechos con la explicación de la compañía sobre por qué fueron bloqueados de la aplicación. Los demandantes buscan una compensación de Uber, así como una multa de 10,000 euros (US$ 11,900) por cada día que la empresa no restablezca las cuentas de los conductores afectados, si el tribunal falla a su favor.
“Uber toma la decisión de suspender o finalizar una asociación con cualquier proveedor de nuestra plataforma como algo muy serio”, dijo un portavoz de Uber. “Los conductores y cualquier persona que use nuestra aplicación pueden solicitar acceso a los datos que podemos proporcionar legalmente. Daremos explicaciones cuando no podamos proporcionar ciertos datos, como cuando no existan o cuando revelarlos infringiría los derechos de otra persona bajo la ley general de protección de datos. Como parte de nuestros procesos regulares, los conductores en este caso solo se desactivaron después de revisiones manuales de nuestro equipo de especialistas”.
Un portavoz también se refirió a una entrada de blog que Uber publicó en diciembre sobre las políticas de la compañía que decía que los algoritmos garantizan la seguridad de todos los que usan la aplicación y que su tecnología se implementa de acuerdo con las regulaciones europeas.
Para Farrar y Aslam, quienes fundaron ADCU para representar a los trabajadores de la economía colaborativa en el Reino Unido, el caso de la ley de protección de datos es el último frente en una batalla con Uber que empezó hace más de cinco años cuando comenzaron a presionar por los derechos y beneficios de los conductores.
Un representante de Uber declinó comentar sobre cualquiera de los incidentes.
ADCU también exige que operadores como Uber y otros servicios privados de alquiler de automóviles participen en acuerdos de negociación colectiva, pongan fin a lo que dicen son desactivaciones y despidos injustos y asuman más costos de operación de los automóviles, como los cobros por congestión. También quieren que los reguladores establezcan normas sobre el salario mínimo y el pago de vacaciones, limiten el número de licencias de conducir y agreguen sistemas de gestión de riesgos para reducir los ataques a los conductores.
“No ha terminado todavía”, dijo Aslam. “Uber todavía quiere pelear con nosotros y continuar con esto. Están gastando más dinero luchando contra nosotros que trabajando con nosotros”.