Los ejecutivos de BlackRock dijeron a los analistas que el modelo de negocio diversificado de la empresa debería ayudarla a capear un entorno difícil para los gestores de activos este año, pero advirtieron de algunas presiones sobre las comisiones.
BlackRock Inc. obtuvo una ganancia trimestral mejor de la esperada, ya que la mayor gestora de activos del mundo se benefició de que los inversores invirtieron en sus diversos fondos de activos e índices.
La ganancia ajustada aumentó a US$ 1,460 millones, o US$ 9.52 por acción, en los tres meses finalizados el 31 de marzo, frente a los US$ 1,200 millones, o US$ 8.04 por acción, del año anterior.
El promedio de los analistas esperaba un beneficio de US$ 8.75 por acción, según los datos de Refinitiv IBES.
“Las exitosas inversiones plurianuales nos han permitido profundizar en nuestras relaciones orientadas a las soluciones con los clientes y han reforzado y diversificado nuestro perfil de crecimiento orgánico de los ingresos”, dijo el presidente financiero Gary Shedlin.
Aun así, BlackRock predijo que la reciente volatilidad del mercado podría dar lugar a una reducción de las comisiones de los productos alternativos líquidos y de los productos “largos” durante el resto del año, según Shedlin.
A pesar de que el resultado fue mejor, las acciones de BlackRock subían marginalmente a US$ 717 en la negociación matutina tras los resultados. En el primer trimestre habían caído casi un 17%.
La gestora de activos atrajo flujos netos totales de US$ 86,000 millones en el primer trimestre, por debajo de los US$ 172,000 millones del año anterior, debido principalmente a las salidas estacionales por la gestión de efectivo, que ascendieron a US$ 27,000 millones.
La empresa con sede en Nueva York terminó el pasado trimestre con US$ 9.57 billones en activos gestionados, frente a los US$ 9.01 billones del año anterior.
Los ingresos totales aumentaron 7%, hasta US$ 4,690 millones, gracias al aumento de las comisiones por asesoramiento y administración de inversiones. Esta cifra se compara con las estimaciones de US$ 4,730 millones.
Los gestores de activos tradicionales han luchado desde principios de año para ajustarse a un entorno macroeconómico en rápida evolución, caracterizado por el aumento de la inflación, las subidas de las tasas de interés y el temor a una posible recesión, agravado por lo que Rusia denomina “operación militar especial” en Ucrania.