Grupo Aeroméxico, que opera la mayor aerolínea del país, dijo que recibió autorización de una corte estadounidense para modificar la mayoría de sus contratos de arrendamiento de aeronaves y motores, lo que le permitirá reducir sus costos, mientras continúa con su proceso de reestructuración.
Al igual que otras líneas aéreas del mundo, Aeroméxico ha sido duramente golpeada por una abrupta caída en la demanda debido a la pandemia del coronavirus. Desde finales de junio se encuentra en un proceso de reestructura financiera bajo el Capítulo 11 de las leyes de Estados Unidos.
La firma detalló en un comunicado el lunes por la noche que los convenios fueron firmados con 27 empresas de arrendamiento, con una cobertura de 82 aviones y 14 motores de repuesto. Según datos de la aerolínea, su flota operativa constaba de 118 aeronaves, al cierre del segundo trimestre.
“Este es un paso significativo en el proceso de reestructuración, que facilita el camino para negociar acuerdos a largo plazo con nuestros socios arrendadores sobre los equipos que tiene sentido retener”, aseguró el director general de la compañía, Andrés Conesa, citado en el documento.
A principios de septiembre, Grupo Aeroméxico anunció que recibió el tramo inicial de un financiamiento preferencial por hasta 1,000 millones de dólares incluido en la reestructura, con el que pretende mantener la liquidez para seguir operando.