Los precios de los insumos de las empresas estarían estabilizándose, aunque los de los bienes que adquiere el consumidor muestran mayor rigidez, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
El Índice de Precios al Por Mayor (IPM), indicador que muestra la variación en los precios de un conjunto de bienes que se transan en el canal de comercialización mayorista, se encuentra por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), o inflación, que es la referencia de cuando se habla de la variación de precios al que están expuestos los hogares (ver gráfico).
Esta dinámica contrasta con lo que pasó en el 2022, cuando el primer indicador (IPM), como variación a doce meses, estaba por encima.
En particular, el IPM a nivel nacional se ubica en 7.72%, mientras que el IPC para Perú está en 8.87%. A partir de agosto el índice mayorista tomó un descenso constante, y en noviembre pasó a ubicarse por debajo del índice de precios a hogares.
Fernando Gonzáles, economista del Instituto Peruano de Economía (IPE), explicó que la dinámica del IPM anticipa la reducción gradual que va a tener la canasta de consumo, es decir, la inflación.
“El IPM predice al IPC, y tiene mucho que ver con los insumos y costos de las empresas. Es más volátil, porque está compuesto por productos de importación, en su mayoría commodities, como trigo, maíz o petróleo, y que responden a choques mundiales que no controlamos. Sin embargo, estos se están estabilizando y no debería haber crecimientos relevantes. La variación del IPM llegó a ser hasta de 14% en mayo, y anticipó el pico del IPC de junio”, indicó.
Sin embargo, destacó que la inflación (IPC) es más persistente. Por un lado, no llegó a tener niveles tan elevados como el IPM, pero también tiende a reducirse de manera más lenta.
En tal sentido, destacó que considerando la diferencia de las estructura de costos de las empresas, estas no siempre transmiten la totalidad del cambio de costos a los precios finales.
“Si bien la inflación se compone de bienes más volátiles, la (inflación) subyacente (sin energía y alimentos) empieza a ganar cierta persistencia. Así como son (las empresas) más rígidas en subir los precios a la misma velocidad que sus insumos, también lo son al bajar. Por un lado, en algunos casos, los negocios se comen margen, y, por otro, se transmiten costos al consumidor. Hay cierta fricción que hace que los aumentos no sean automáticos, y lo mismo pasa cuando bajan los precios”, indicó.
Márgenes de las empresas se recomponen
Juan Carlos Odar, economista y director de Phase Consultores, señaló que la dinámica de los indicadores se conecta con la revisión de márgenes de ganancia de las empresas, que han mejorado en los últimos meses.
“Durante el año pasado lo que se tenía era un mayor ritmo de crecimiento de los precios al por mayor que los precios al consumidor. Esto indicaba que los comerciantes terminaban absorbiendo parte de la subida de los costos, y no trasladaban por completo al consumidor. Entre diciembre y enero, se ve una dinámica de mayor subida de los precios al consumidor que al por mayor, lo que refleja una mejora o recuperación de los márgenes de las empresas”, afirmó.
Odar estima que aquellos negocios con menores márgenes (de menos de 10%), que actúan en mercados más competitivos (en los que es más difícil subir precios), son los que están más rezagados.
En tanto, los que poseen márgenes considerados altos (mayores a 30%), que operan en, por ejemplo, competencia menor o monopolística (mayor posibilidad de trasladar costos al consumidor), han tenido mejor performance.
“Los sectores con mayor margen mejoran más rápido, recuperándose incluso frente a su nivel prepandemia. Por otro lado, los negocios con menor margen inicial han ido ajustándolo, y son aún menores a lo que eran antes de iniciar la pandemia. Si se compara contra la situación donde empezó a haber alta inflación, desde junio del 2021, los negocios con mayor margen lo han ido recuperando de manera consistente. Los de menor margen, se ajustaron más durante la segunda mitad del 2021, se quedaron bajos durante gran parte del 2022, y en los últimos meses han empezado a recuperarse, aunque más lento que las actividades de mayores márgenes”, apuntó.
Lo que cabría esperar, señaló el economista, es que los márgenes puedan seguir subiendo durante el primer trimestre, y luego estabilizarse en sus niveles anteriores (a que la inflación escale y con una normalización de la demanda interna tras el covid), en línea con la proyección de una inflación cediendo.
Señal anticipada de reducción de precios finales
- El comportamiento del IPM usualmente se identifica como una señal anticipada de la variación de los precios que luego se trasmitirá al canal minorista.