Redacción Gestión

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Las presiones al alza sobre el tipo de cambio habrían inhibido nuevamente al a recortar su para marzo. Sin embargo, el deterioro de los indicadores de confianza hace prever un nuevo recorte de la tasa clave en el corto plazo, indicó el .

El Banco Central mantuvo la tasa de referencia en 3.25%, en línea con lo esperado. El comunicado del BCRP emitido luego de la reunión de política monetaria, que es muy similar al del mes anterior, sigue resaltando que la decisión de mantener la tasa tomó en cuenta que la actividad económica se mantiene por debajo de su nivel potencial y que las expectativas de inflación permanecen ancladas dentro del rango meta.

Según el BBVA Resarch, estos factores señalan que se requiere y que existe el espacio para un mayor estímulo monetario. Cabe señalar que el BCR sigue mencionando que la volatilidad en los mercados financieros y cambiariosinternacionales es un elemento que influye en sus decisiones de política monetaria.

Localmente, esta volatilidad ha sido uno de los factores que han intensificado las presiones a la baja (depreciación) sobre la moneda peruana en las últimas semanas (además de una rápida dolarización de los depósitos bancarios), lo que ha llevado al BCRP a ser más agresivo en sus intervenciones en el mercado cambiario, principalmente, mediante la venta de dólares.

Así, las presiones al alza sobre el tipo de cambio habrían inhibido nuevamente al Banco Central de recortar su tasa de política, ya que un recorte tendería a acentuar estas presiones, lo que refleja las preocupaciones por los impactos negativos que en corto plazo puede tener una depreciación abrupta de la moneda.

Esto se acentuaría por los "efectos de hoja de balance" que se dan cuando hay descalces de monedas en empresas y familias, indicó el BBVA Research.

La entidad financiera destacó la principal diferencia en el último comunicado de la autoridad monetaria, ya que en esta ocasión el BCR ha agregado una mención acerca del deterioro de las expectativa empresariales y de los consumidores.

Según su percepción, con esto el Banco Central ha acentuado el sesgo a flexibilizar pronto la política monetaria porque el deterioro de los indicadores de confianza sugiere que la debilidad del gasto privado persistiría o incluso podría acentuarse en los siguientes meses.

En este contexto y en el que no se anticipan presiones inflacionarias en los siguientes meses, el BBVA prevé, condicionado a una menor volatilidad cambiaria, que el BCR realizará un nuevo recorte de la tasa de referencia en el corto plazo.