La invasión de Rusia a Ucrania, iniciada el 24 de febrero del 2022, ha tenido influencia en los resultados de inflación a nivel mundial y, en particular, en Perú pues las cotizaciones de granos, fertilizantes y combustibles fueron presionados al alza. En ese sentido, ¿qué le espera a los resultados de inflación este año de mantenerse el conflicto en el 2022? ¿se regresará al rango meta entre el segundo y tercer trimestre del 2023?
Elmer Cuba, economista y socio de Macroconsult, indicó que si la guerra se extiende indefinidamente, los precios se mantendrían elevados, pero la inflación cedería igual, aunque de manera más suave a partir de julio, llegando a su meta (entre 1% y 3%) después de la segunda mitad del 2023.
Indicó que es bastante complicado que se tenga una inflación de agosto mayor a la de julio, y que en los próximos tres meses se debería tener un Índice de Precios al Consumidor (IPC) de alrededor de 8%, considerando que el último dato de inflación a doce meses a nivel nacional, se ubica en 8.62%.
“Para que la inflación siga creciendo tendría que haber un aumento permanente de los precios, y no se estima que los precios aumenten mucho más, sino que se mantendrían de extenderse el conflicto. No obstante, si este escala e involucra a otros países, ahí posiblemente se vean presiones al alza en precios, y con ello un descenso más plano que haga que se prolongue la inflación fuera de la meta. Por el contrario, si el conflicto se disipa, la inflación caería mucho más rápido. Se calcula cerrar el año con un IPC de 6%, y que en el siguiente año sea de 3%”, dijo.
Por su parte, Juan Carlos Odar, economista y director de Phase Consultores, mencionó que, de persistir la guerra, es posible que la inflación hacia fines de año se mantenga en niveles alrededor de 8%, lo que haría poco probable que regrese al rango meta el próximo año.
“De mantenerse la guerra, se podría cerrar el año en un nivel de inflación más alto del que se podría estar esperando. Si ahora se prevé un nivel de 5.5% o 6%, se podría estar, bajo el escenario de guerra prolongada, dos puntos por encima”, indicó.
Odar mencionó que, además de las presiones en los precios de fertilizantes, granos y combustibles, un escenario de guerra extendido a lo largo del 2022 podría influenciar en las expectativas de los agentes en Perú, lo que los haría preferir estar en dólares, presionando así el tipo de cambio, un factor que influye también en la inflación.
“Una situación donde el conflicto de Rusia agudiza el aumento de precios, puede hacer que las personas cambien su proceso de formación de expectativas de inflación, con un banco central con poco margen para subir tasas. Es decir, las personas podrían percibir mayor riesgo y preferirían una cobertura en dólares, fortaleciendo esta moneda. Todo esto en un contexto de aumento de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) que presiona el tipo de cambio”, apuntó.
Tasas
Respecto a las tasas, Cuba mencionó que, en el escenario base, se esperan dos aumentos en 50 puntos básicos en la tasa de referencia del Banco Central de Reserva (BCR), con el objetivo del control de inflación. Sin embargo, es posible que la tasa baje en la última parte de año para no representar un factor contractivo para la economía.
“La presión en granos e hidrocarburos ya llevó la inflación a 8%, y el BCR ya reaccionó, aunque se espera un par de aumentos más. Hay dos meses (junio y julio) más de aumentos, y luego habrá una pausa. Inclusive, si en diciembre de este año la inflación esperada para los próximos doce meses comienza a ceder, el BCR podría bajar la tasa, y no sería extraño; 6% es una posición muy contractiva”, anotó.
Sobre IGV e inflación
Cuba señaló que, en cuanto a la exoneración del Impuesto General a las Ventas (IGV) a bienes de la canasta básica, este no tiene efectividad frente a la inflación, y que duda que la medida se prolongue.
“Esta medida es un fracaso para reducir la inflación, pues en gran parte de la cadena de valor hay muchos tramos informales, y tampoco se le repone al productor los insumos que compraron con IGV. Con menos costo se podría ayudar más”, anotó.
En corto
Según reportó Credicorp Capital, si bien las economías rusa y ucraniana representan el 1.7% y 0.3% del Producto Bruto Interno (PBI) mundial, estos países mantienen un “peso” importante en la producción de materias primas. En el caso del petróleo y gas natural, Rusia tiene el 11% y 6% de la producción mundial. Ambos países representan el 26% de la producción de trigo, 50% de aceites vegetales y 14% de fertilizantes.