Intangibles como la reputación, el capital humano y la propiedad intelectual, entre otros, alcanzaron el 85% del valor comercial de las industrias debido a la pandemia del COVID-19, señala un informe de la aseguradora británica Lloyd’s.
Estos tres intangibles "se están convirtiendo en los principales impulsores de valor en la mayoría de las industrias en todo el mundo", precisó la compañía.
A esos se suman otros como el software y bases de datos patentados, los procesos y procedimientos escritos, la cultura organizacional con sus reglas y normas, la relación con los clientes y los vínculos con los socios y distribuidores, precisa el informe.
Según Lloyd’s, con la aceleración de los modelos de negocios digitales, amplificados por la pandemia, el valor de los intangibles podría aumentar mucho más, “convirtiéndose en un punto ciego para las empresas a la hora de enfrentar los riesgos”.
El estudio "Proteger los activos intangibles: Prepararse para una nueva realidad" analiza el valor creciente de estos activos y el papel de los administradores de riesgos.
“El COVID-19 ha cambiado el panorama de riesgos, exponiendo a las compañías a nuevos riesgos y alentando a las compañías a pensar en cómo operan ahora”, expresó Trevor Maynard, jefe de Innovación de Lloyd’s.
Subrayó la importancia de "innovar y crear nuevos productos para ayudar a los clientes a mitigar riesgos y protegerlos ellos mismos de futuras amenazas".
La aseguradora detalló que la pandemia ha alterado las cadenas de suministro mundiales y ha llevado al mundo hacia la "desglobalización".
De igual forma ha cambiado los modelos de trabajo, la capacidad de las empresas para comerciar y los comportamientos de los consumidores.
Ha creado además un nuevo contrato social entre las empresas y la sociedad y ha acelerado las tendencias subyacentes del mercado, como el cambio al trabajo en remoto y las transacciones digitales.
La aseguradora enfatizó en la necesidad de desarrollar resiliencia de los activos intangibles de la misma forma que se aseguran, por ejemplo, propiedades como edificios de riesgos como incendios e inundaciones.
Entre algunos de los riesgos del “capital humano” señala la migración, el abandono del trabajo, salud física y mental y la imposibilidad de mantener la innovación, mientras que los de la “propiedad intelectual” tienen que ver principalmente con infracciones de patentes, marca comercial y piratería.
Aunque los activos intangibles son cada vez más valiosos y cada vez más críticos como impulsores de fuerza competitiva en el mercado, a menudo son ignorados por los encargados de valorar los riesgos, subraya el estudio.
“Si bien los activos físicos siguen siendo un foco, el reconocimiento de qué son los activos intangibles y cuánto representan el valor de una empresa puede ser un duro despertar para algunas organizaciones”, dijo por su parte Paul Merrey, de la consultora KPMG, socia en el estudio.