Desde el inicio de la pandemia, el uso de tarjetas de crédito y débito tomó mayor preponderancia por diferentes factores , entre ellos, evitar el contacto, priorizar las compras por internet, una mayor bancarización. Eso empujó a que hoy en día la participación de las compras hechas con tarjeta por las familias peruanas represente un 39% del gasto total (que incluye el retiro de dinero).
¿Qué compran las personas con sus tarjetas? Según el Índice Big Data de Consumo del BBVA Research de agosto, el 18% del gasto con tarjetas se concentra en alimentos dentro del hogar; lo que muestra que se mantiene el foco sobre las compras de primera necesidad, similar a lo registrado en similar mes del 2021 (18% de participación).
Sin embargo, otras categorías de bienes o servicios registraron una dinámica diferente: el mes pasado, creció la importancia del gasto en restaurantes, entretenimiento y turismo, mientras se redujo en bienes para el hogar.
Estas tres categorías hoy registran una mayor participación del gasto con tarjetas, en parte, porque las restricciones que antes regían en el marco de la pandemia del covid-19 ya no están vigentes. Cabe recordar que en agosto del 2021, 11 regiones y la provincia de Lima estaban en nivel de alerta alto de contagios, por lo que aplicaban limitaciones.
En contraparte, la reducción de la participación de la compra con tarjetas de bienes para el hogar (desde 11% en agosto del 2021 a 9% el mes pasado), respondería a un retorno paulatino a la presencialidad de las diferentes actividades. Cuando inició la pandemia, con el mayor número de trabajadores formales en la modalidad home office y estudiantes recibiendo clases remotas, el consumo de bienes para implementar la vivienda se disparó.
“Ha habido cambios en los patrones de consumo en estos últimos meses luego de la pandemia. Algunas cosas serán más persistentes, por ejemplo, todos aquellos sectores que se hayan digitalizado. Si revisamos las compras con tarjeta en canal online, han subido. Entonces, todos los sectores que se hayan posicionado en el canal online, tendrán una participación mayor. Sin embargo, otros se van a revertir; por ejemplo, el gasto en alimentos -sobre todo- registró un mayor peso durante pandemia, pero poco a poco está regresando a niveles del 2019″, dijo Hugo Perea, economista jefe del BBVA Research.
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Variaciones del gasto
Comparando las compras con tarjeta realizadas en agosto respecto a las de similar mes del 2021 (variación porcentual, en términos reales), se obtiene que los consumos relacionados a alimentos dentro del hogar, moda y belleza, y farmacias y boticas se aceleraron.
En tanto, los gastos en excursiones y viajes mantuvieron una fuerte expansión interanual, en tanto que en alojamiento se contrajo.
Además, el gasto en entretenimiento, en restaurantes y combustible se desaceleró en agosto.
Si se toma la data acumulada, enero - agosto, según Perea, se obtiene que “el gasto en entretenimiento y viajes tienen tasas de crecimiento interanuales altas, y aún cuentan con espacio para seguir creciendo respecto a la situación prepandemia”.
“Resalta el crecimiento del gasto en restaurantes que continúa con un buen dinamismo interanual, a pesar de ubicarse muy por encima de niveles prepandemia”, dice el BBVA Research.
Sobre el consumo de alimentos dentro del hogar y en bienes para el hogar, se registró una variación interanual moderada, pero se ubican muy por encima de la situación prepandemia.
Consumo de las familias
La data macroeconómica nos refleja la dinámica del país. Aún así, una forma de aterrizar los números es analizar la dinámica de los hogares. Según el Índice Big Data de Consumo del BBVA Research de agosto, el gasto de las familias -ajustado por la inflación- creció 3.9% el mes pasado. ¿Qué nos dice esta cifra?
Se debe reconocer que se revirtió el estancamiento de julio (en ese mes, el índice de consumo “creció” 0%). Sin embargo, el indicador apunta que el gasto que realizan las familias (elaborado sobre la base del gasto con tarjetas y retiros de efectivo, corregido por inflación) “será débil en el tercer trimestre del año”.
“Lo que el indicador nos muestra es que hay una desaceleración. Si se revisa como bimestre (julio-agosto), se registra un incremento de 1.5%, respecto a similar bimestre del 2021. Pero, en el primer y segundo trimestre de este año, el crecimiento (del índice de consumo del BBVA Research) estaba a ritmos de 13%, cuando el consumo privado de cuentas macroeconómicas creció entre 5% y 7%”, dijo el economista jefe del BBVA Research,
¿Qué factores influyen? Un elemento que juega a favor del consumo -dijo Perea- es la liquidez tras los retiros de los fondos de las AFP y CTS. Aún así, subrayó que tendría un impacto menor que los retiros anteriores porque una parte de las personas hoy estarían apuntando a instrumentos de ahorro que a la necesidad de consumo.
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Por el contrario, un elemento en contra es la inflación: “La inflación ha estado alta y ha erosionado los ingresos de las familias. Eso limita el consumo”, agregó. A esto se suma un tercer factor, que es la confianza del consumidor, que actualmente está en mínimos históricos.
“Seguramente el consumo privado de cuentas macroeconómicas va a crecer más de 4% este año, pero no es un consumo que encuentre soporte en aumentos de ingresos, creación del empleo. Es un consumo que en el primer semestre encontró soporte en el desahorro de las familias y el mayor apalancamiento (los créditos de consumo estaban creciendo por encima de 20%). Pero esto no es sostenible. Se agotará el ahorro y no se pueden endeudar de manera persistente. Esos elementos van a dar menos soportes al consumo. ¿Cuándo ocurrirá? difícil saber”, remarcó.
Sobre si el plan “Impulso Perú”, presentado por el ministro de Economía, Kurt Burneo dinamizará la parte privada, el economista señaló que se refleja una buena intención del titular de Economía. Pero, consideró que también se debe apuntar a medidas que permitan “relanzar” el mediano plazo, es decir, que en buena cuenta ataquen el lado de la oferta más que la demanda.
“La economía está en un proceso de convergencia hacia su nuevo nivel sostenible de mediano plazo, que es 2.5% a lo mucho. Para revertir esto se debe apuntar a medidas vinculada con temas de competitividad, productividad, reformas, para que la gente pueda sentir el beneficio que da el crecimiento económico”, puntualizó.