La venta de juguetes ha sufrido los impactos de los cambios de hábitos y la pérdida de ingresos de las familias, desde que la pandemia llegó al territorio peruano. Menores compras, mayor participación de un consumidor final adulto, entre otros, caracterizan al sector en el post-COVID.
En la importación de la categoría juguetes, los únicos artículos que el año pasado mantuvieron valores similares a los de 2019 fueron los triciclos, patinetes, coches de pedal y juguetes similares con ruedas. El crecimiento nulo de este giro se debió a que los artículos preferidos en el 2020 eran más costosos y sofisticados que los del año anterior, pero hubo una reducción del volumen, sostiene Oscar Quiñones, jefe del Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Lima (Idexcam).
Le siguen, con una menor caída que el resto de subcategorías, los juegos de mesa (-15%), que como importaciones el año pasado acumularon US$ 34 millones 622 mil. Las mayores contracciones se aprecian en marzo y abril, meses en que se redujeron a la tercera parte y a la mitad, respectivamente. En cambio, en marzo del presente año fueron 35% superiores a las del mismo mes de 2019.
En dicho grupo se encuentran actividades lúdicas como ajedrez, damas, monopolio, casino y poker. “A pesar de que en general las ventas cayeron por pérdida de empleos y de ingresos de las familias, muchos adultos se refugiaron en los juegos de mesa para disipar los malestares del encierro. Cuando empezó la cuarentena, en marzo, no se vieron en esa necesidad, porque pensaron que iba a durar 15 días, como se anunció al principio, pero al ver que se prolongaría, esta preferencia se incrementó y continuará este año”, señaló Quiñones.
Además, se contrajeron las importaciones de juegos diseñados para construcción (tipo lego) en 32%; los juegos a motor, pilas o batería (-22%); las máquinas de videojuegos (-35%); juguetes que representan a animales o seres no humanos (-29%) y demás juguetes (-16%).
“Hay menor disponibilidad de efectivo en las familias. Entonces, muchos padres de familia no pueden comprarles juguetes a sus hijos y simplemente les prestan el celular para que se distraiga”, agregó el jefe de Idexcam.
Sin embargo, en los tres primeros meses del 2021, la subcategoría de videoconsolas y máquinas de videojuego se disparó. En enero creció 37%, en febrero 30% y en marzo 1,000%, es decir que el monto se multiplicó por 10. Como es conocido, los videojuegos son otra de las grandes distracciones que han encontrado adolescentes y adultos para afrontar los periodos largos de aislamiento que trae el COVID-19.
Durante la campaña navideña en casi todas las categorías hubo solo una leve caída en comparación con el mismo periodo del 2019. Esta contracción fue mucho menor que en los meses anterior. Esto sucedería porque en el resto del año las familias afectadas en su economía priorizan gastos esenciales y dejan en el último lugar a los juguetes, mientras que en Navidad un mayor presupuesto vuelve a destinarse a la satisfacción de los niños.
Al cierre de 2020, las importaciones anuales de juguetes sumaron US$ 118 millones 268 mil, monto que reflejó una caída de 30% en relación con las cifras de 2019, que alcanzaron los US$ 168′551,418.
Expectativas
Para este año, los importadores apostarán sobre todo por los juegos de mesa y las videoconsolas, que son las dos categorías cuya demanda está recuperándose más rápido.
En relación con la campaña por el Día del Niño, que se celebra en agosto, Quiñones proyectó que las podría moverse alrededor de US$ 22 millones, lo que implicaría una recuperación leve con respecto al año pasado (US$ 21 millones). No obstante, aún no se alcanzarían los niveles de comercialización del 2019 (US$ 24 millones), pues la economía de las familias continúa golpeada y la incertidumbre de las elecciones agrava la situación.