Durante el primer semestre del 2022, las agroexportaciones peruanas registraron un crecimiento en 10% respecto al mismo periodo del año pasado. Sin embargo, la cifra en azul responde al volumen enviado y esconde un dato en rojo. El valor (precio) de los productos cayó -en promedio- 0.6%, asociado a la guerra Rusia-Ucrania, problemas con la movilización de carga y un mercado internacional con baja demanda.
El escenario en adelante, con dos importantes mercados desacelerándose, como China y Estados Unidos, empuja a agroexportadores y cadenas de supermercados a crear nuevas estrategias. El gigante asiático podría no llegar a su tasa de crecimiento proyectado para este año (5.5%) mientras mantiene sus políticas Cero COVID y su mercado inmobiliario está en crisis. En el país de Joe Biden, la inflación y las tasas se mantendrían altas un trecho más.
Las preocupaciones agrícolas se han sentido en las últimas ferias más importantes de alimentos a nivel mundial, como la Fruit Attraction de Madrid y PMA Fresh Summit, en Orlando, cuenta Jorge Bazo, Global Business Development Manager de SGS (empresa que realiza análisis de laboratorios, inspecciones y certificaciones para el sector agroalimentario), quien estuvo presente en ambos congresos y advierte que la caída de precios -que ya se vio en cítricos y uva, se vería en arándanos el próximo año-. Son por lo menos tres estrategias que estarían por aplicar las empresas agrícolas peruanas para enfrentar la caída de precios.
Alternativas
Internacionalización empresarial: Bazo señala que ante los problemas logísticos, las principales cadenas de tiendas e intermediarios están apostando por trabajar con empresas agrícolas que cuenten con disponibilidad de productos todo el año y no estacional. “Ya lo hemos visto con Camposol que tiene operaciones en varios países de la región, lo mismo que Cerro Prieto y Agronegocios Génesis (vivero). He conversado con Westfalia Fruit Perú que está en Chile y Colombia y apuntan a otros mercados; Marco Arias, un gran exportador peruano de cebollas mencionó que la producción peruana se puede complementar con la campaña agrícola en México; y en palta Hass, la producción en Perú podría complementarse muy bien con la de Colombia, así, la empresa nacional logra tener producción los 12 meses”, detalla.
Al respecto, Juan Carlos Paredes, presidente de ProHass, dijo a gestion.pe que muchas de las empresas peruanas que compraron tierras en otros países recién han obtenido sus primeras campañas. “Las empresas compraron grandes extensiones pero sembraron solo un 10% a 20% del área total, probablemente lo que veamos en adelante es que apuesten por sembrar todo”, dijo.
Apostar por un portafolio variado y nueva calidad genética es otra de las alternativas de las empresas. Un caso es Agrícola Chavín de Huántar, que evaluaba este año qué cultivos instalar en sus 350 hectáreas disponibles en el norte (Gestión 15.06.2022) además de la fresa; la exportadora FamFruits apuntaba a diversificar su oferta agregando mango y uvas. O la estadounidense Mission Produce, que empezó con hectáreas de palta Hass, pasó también al mango.
“Las empresas que no tienen la capacidad financiera de internacionalizarse están optando por uno de dos caminos: la mejora genética de los cultivos o darle al mercado productos nuevos”. ¿Cuáles son? “Ahora vemos más presencia de pitahaya y aguaymanto en las ferias internacionales. Mucha gente no sabe que Perú exporta higo, pero se hace. Hay que empezar a generar ventas con productos distintos y atractivos, las frambuesas podrían estar ahí. La cereza todavía sigue en fase de lograr su adaptación”, recalca.
La palta Hass y los cítricos son de los cultivos cuyos precios más cayeron en el 2022. Bazo menciona que respecto al avocado, es imposible cambiar la variedad (es la más solicitada en el mercado) pero sí el patrón. “Cuando usan patrones mejorados tienes plantas más pequeñas, por lo tanto, te permite una mejor poda, mejor manejo de plagas y enfermedades, y obtener una mejor calidad. Los patrones antiguos dan árboles de más tres metros que no son nada rentables”, comenta.
En esa misma línea, Sergio Del Castillo, gerente en Procitrus, informó que el gremio ha iniciado una primera fase de capacitación a productores de San Martín, Junín, Piura y Tacna, para que mejoren la calidad de sus cítricos. Así, en Tacna, se espera que inicien sus primeras exportaciones de mandarinas para la campaña del 2023.
Por último, la recolocación de productos hacia el mercado interno es otra ruta que están tomando los productores agrarios. Carlos Ruiz, presidente de la Junta Nacional del Banano (Junaba) -un cultivo que ya no genera rentabilidad-, dijo a gestion.pe que si en un año normal, en promedio, se quedaba en el Perú el 20% de la producción nacional para el mercado interno, ahora es el 30%.
El alto precio de la urea también afectó la producción, que cayó 40% por hectárea, por lo que el tiempo de despacho se alargó de 12 a 16 semanas.
En cítricos, ProCitrus también informó que un mayor volumen de mandarina, limas, naranjas y toronjas se quedó en el Perú. “Antes se quedaba en el mercado local el 80% de la producción, estimo que haya subido a un 85%, hay menos fruta exportada por los altos costos logísticos”, indicó. El gremio ya había adelantado a Gestión que este año solo el limón Tahití sería el único cítrico que cerraría el año con cifras positivas.
Dato
- De acuerdo a Juan Carlos Paredes de ProHass, la campaña de palta peruana a Estados Unidos terminó en octubre con un crecimiento en volumen de 40%, aunque el precio en promedio se mantuvo como en el 2021. Para el 2023, señala, hay un panorama positivo pues la producción en Chile y España no sería auspiciosa.