Pasará “algún tiempo” antes de que la economía estadounidense se recupere lo suficiente como para que la Reserva Federal considere reducir sus compras mensuales de bonos, dijo el vicepresidente de la entidad, Richard Clarida.
Asimismo, reconoció que el débil informe laboral de abril hace que el ritmo de la recuperación del empleo sea “más incierto” que el de la economía en su conjunto.
Los funcionarios de la Fed esperaban que abril marcara el comienzo de una serie de informes sólidos de un millón o más de puestos de trabajo agregados cada mes, pero el ritmo de los últimos tres meses ahora es solo la mitad de eso.
Aunque se espera que la recuperación de la producción general “se acelere” este año, Clarida afirmó que el ritmo actual de crecimiento del empleo significa que Estados Unidos no volverá a su nivel de empleo prepandémico hasta la segunda mitad del próximo año.
“El panorama a corto plazo para el mercado laboral parece más incierto que el de la actividad económica”, dijo Clarida en comentarios transmitidos virtuales en un simposio de la Asociación Nacional de Economía Empresarial, calificando la débil mejora del empleo de abril como una señal de cambios en la economía que podrían tardar en desarrollarse.
Puede que haya varios factores en juego. Se espera que algunos, como las limitaciones del cuidado infantil o los incentivos creados por el aumento de los beneficios federales por desempleo, disminuyan con el tiempo.
Otros, como los cambios estructurales en los patrones de empleo de las empresas y una ola de jubilaciones relacionadas con la pandemia, podrían afectar a la contratación a más largo plazo y cambiar la oferta de mano de obra disponible.
Clarida dijo que no está claro cuánto tiempo tomará resolver todo esto y cómo podría afectar los salarios y los precios o el progreso del banco central hacia sus metas máximas de empleo.
“Lo que este reequilibrio necesario de la oferta y demanda de trabajo signifique para la dinámica de salarios y precios dependerá en gran medida del ritmo de recuperación en la participación de la fuerza laboral, así como del grado en que haya desajustes posteriores a la pandemia entre la demanda y la oferta de trabajo en sectores específicos de la economía y cuánto tiempo persistan esos desequilibrios”, dijo Clarida.