El proyecto de delegación de facultades que el Ejecutivo solicitó al Congreso también incluye cambios al Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) que gravarían los servicios a los casinos y tragamonedas, según adelantó el Ministerio de Economía y Finanzas.
Así, después de la modificación de las tasas para los combustibles, tabaco, bebidas alcohólicas y bebidas azucaradas y con edulcorante, ocurrida la semana pasada, se incluiría bajo la premisa de corregir externalidades negativas en la población y costos en salud pública (ludopatía), entre otros, la afectación con el ISC para estos servicios.
Se incluirán nuevos servicios que se regularán a través del pedido de delegación de facultades en el ISC como tragamonedas y casinos, detalló.
Antecedentes
El tributarista Jorge Picón recordó que la decisión de gravar con el ISC para las máquinas tragamonedas y casinos, no es nueva. En 1996 se aplicó una tasa vía reglamentaria, bajo similares razones con las que se grava el alcohol y tabaco, entre otros (de corrección de externalidades).
Sin embargo, tres años después el Tribunal Constitucional (TC) determinó la inconstitucionalidad de ese impuesto, ya que detectó dos cuestionamientos, explicó Picón.
El TC cuestionó que la alícuota (tasa que determinó el monto del ISC) se fije por norma reglamentaria ya que se debía realizar vía una ley, pues de lo contrario se afectaba la reserva tributaria, es decir, para la creación de impuestos únicamente se realizan por vía de ley. Esto se superaría con una norma vía delegación.
Y, de otro lado, explicó, existe una duplicidad de bases imponibles, dado que los tributos municipales ya gravaban las apuestas. Ese factor se mantiene hasta la actualidad, anotó.
Picón coincidió con la conveniencia de gravar de mayor manera a los casinos y a las máquinas tragamonedas, pero explicó que la manera más conveniente sería aumentar los impuestos municipales ya existentes en vez de crear un ISC nuevo.
Otro factor a medir
De otro lado, el tributarista Walker Villanueva explicó que esta medida del Ejecutivo sí cumple, en teoría, con una corrección de externalidades negativas para la sociedad. Sin embargo, también debe medirse el efecto de la carga tributaria en estas empresas y los efectos en la informalidad.
Los casinos y tragamonedas, explicó, están sujetos a un impuesto especial que se paga sobre utilidad bruta y, además, el IR se aplica sobre utilidad neta. Por lo que su tasa efectiva está cerca al 50%, estimó Villanueva.