Acceso a internet
Acceso a internet

Las desigualdades en el acceso a las nuevas tecnologías suponen una gran desventaja para las mujeres, que pierden en un mundo que avanza precisamente hacia la digitalización. En el Perú, este problema se agudiza por la condición étnica o el nivel educativo de la población.

La proporción de hombres que (51.5%) todavía es significativamente superior a la de mujeres (45.9%), según el informe "Brechas de género 2018", que fue publicado por el INEI en noviembre de este año con información recogida en el 2017.

Esta es mayor en lo grupos de edad más avanzada, como el de 41 a 59 años: el 40.1% de los hombres accede a internet mientras solo el 33.8% de mujeres lo hace, lo que evidencia que existe una brecha de 6.3 puntos porcentuales.

Esta brecha es igual (6.3 puntos porcentuales) en el grupo de 25 a 40 años, en que el 59.7% de hombres y solo 54.4% lo hace. La desigualdad se reduce un poco (a 5.3 puntos porcentuales) en el grupo de 19 a 24 años, puesto que el 80.1% de los jóvenes acceden a estas tecnologías, al igual que el 77% de las jóvenes.

El acceso a internet constituye una primera brecha digital, pero no la única ni la más importante. Antes se pensaba que la inclusión digital se lograría solo con proporcionar mayor acceso a dispositivos tecnológicos, pero se ha constatado una segunda brecha digital, que es la diferencia existente en los usos e intensidad del uso de internet, puesto que las computadoras, a diferencia de otros aparatos tecnológicos más simples, requieren de ciertas habilidades digitales.

Estas habilidades digitales se hacen cada vez más necesarias para vivir y trabajar en sociedades donde el conocimiento y la información tienen un papel protagónico.

Como señala el INEI en su informe, no sólo hay diferencias en el acceso de internet, sino también en la forma en la que mujeres y hombres lo utilizan. Así, los hombres acceden a la red principalmente con fines de consumo y lúdicos, que cuentan con una presencia cada vez mayor de ; en tanto que las mujeres la utilizan más para buscar servicios de contenido práctico y social, como mantener contacto con amigos y familiares, participar en grupos de diálogo, obtener información y realizar gestiones prácticas.

Incluso existe una tercera brecha digital de género, que considera los usos más avanzados de la tecnología, es decir de las aplicaciones de internet más innovadoras en el terreno de la comunicación y el ocio. Hay una tendencia menor en la mujeres a utilizar los servicios TIC avanzados de comunicación y ocio.

En relación con la condición étnica, es mayor la brecha digital entre la población indígena: mientras el 21.9% de los hombres accede a este servicio, solo el 13.7% de las mujeres lo hace. En la población no indígena, accede el 57.4% de los hombres y el 52.6% de las mujeres.

Las desigualdades en la proporción de personas que acceden a internet también se agudizan en los grupos con menos nivel educativo. En la población con educación superior universitaria, la proporción de acceso a internet es mayor en las mujeres (90.9%) que en los hombres (90.3%). En cambio, en el nivel de educación superior no universitaria la brecha digital sigue siendo desfavorable para las mujeres (78.3% hombres y 75.9% mujeres); al igual que en los niveles secundaria (54.2 hombres y 51.8% mujeres) y primaria (22.3% hombres y 16.4% mujeres).