Ante la reciente coyuntura internacional que ha aumentado la cotización de combustibles y alimentos, se prevé que la inflación tenga un nivel de 5% al finalizar el presente año, esto por encima de la proyección inicial del BBVA Research de 3.4%, señaló Hugo Perea, economista jefe de la entidad.
Cabe resaltar que el Banco Central de Reserva (BCR) apuntó la semana pasada que, debido al reciente shock de oferta derivado de la invasión rusa a Ucrania, habría una mayor persistencia de la inflación, por lo que la esta no se ubicaría en su rango meta en el 2022, sino en el primer semestre del próximo año.
Mencionó que esta proyección supone que la guerra entre Rusia y Ucrania dure unos meses más, que en ese lapso exista presión al precio de commodities agrícolas y combustibles, y ya toma en cuenta un aumento de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
“Hemos aumentado nuestras proyecciones de precios de granos como trigo, maíz y del petróleo. Aún mantenemos el estimado de una inflación que converge a su rango meta en el primer semestre del 2023, este con una tendencia a la baja desde julio si los precios de los commodities se empiezan a revertir. El actual escenario de Rusia y Ucrania está sumando 1.6 puntos porcentuales a nuestro estimado inicial″, indicó.
Luis Miguel Castilla, exministro de Economía y Finanzas, señaló que la inflación estaría entre 4% y 4.5% a fines del 2022 y que la convergencia sería en el 2023. Sin embargo, el que suceda en el primer semestre (del 2023) no se puede determinar aún, pues hay factores que son exógenos al manejo de política monetaria.
“El BCR aún tiene margen para frenar las expectativas de inflación. Por otro lado, cualquier convergencia a la meta (de inflación) sería a partir del año entrante, en caso de normalizarse el escenario. Hoy el grado de incertidumbre es alto, pero de no seguir escalando el problema, la inflación terminaría en alrededor de 4% y 5%”, afirmó.
Mencionó que los rubros más “sensibles” al aumento de precios son aquellos impactados directamente, como alimentos, energía y servicios vinculados con transportes.
“La inflación se va a mantener alta en el 48% o 50% de la canasta básica. Los precios no corregirían tan rápido a la baja como sí lo hicieron con las presiones al alza, esto particularmente en los combustibles”, manifestó.
Castillo señaló que los precios también podrían verse impactados por un posible aumento del tipo de cambio debido al mayor riesgo internacional y postura de la Fed.
“Lo de la Fed ya estaba anticipado. Sin embargo, si las tasas (de la Fed) comienzan a subir más de lo esperado va a haber un diferencial (de tasas) determinante, por lo que los capitales comenzarían a salir, ello en contra de la moneda local”, agregó.
Asimismo, señaló que las tensiones geopolíticas traen un factor de riesgo que lleva a capitales hacia activos de reserva como el dólar o bonos del Tesoro. “Podríamos ver presiones a que se deprecie el sol en la segunda parte del año, que podría llevar a un tipo de cambio en S/ 4. Este escenario estaría sujeto a cómo va el conflicto y lo que ocurra en el mercado financiero”, afirmó.
Datos
- La inflación a doce meses en el mes de febrero es de 6.15%.
- La inflación subyacente (inflación sin alimentos y energía) es de 3.3% a doce meses.