Bloomberg.- Llámelo la prima Trump. Los costos de endeudamiento ascendieron por la inesperada victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre, lo que llevó a los gobiernos y las empresas de América Latina a posponer al menos US$ 10,000 millones en emisiones de bonos internacionales.
Ahora que la volatilidad ha empezado a decaer, a medida que la mayoría de los emisores planea volver al mercado en el primer trimestre del 2017, la preocupación es que la alta cantidad de operaciones que compiten entre sí eleve aún más los rendimientos.
"Ahora que los bonos del Tesoro parecen haberse estabilizado en nuevos niveles, creo que vamos a tener un enero muy activo", dijo Baruc Saez, codirector de renta fija internacional de Banco Itaú BBA, la filial de inversiones corporativas y de banca de inversión de Itaú Unibanco Holding SA.
"En este nuevo ambiente, la mentalidad y estrategias financieras de inversionistas y emisores se ajustan para reflejar nuevos precios de los activos", manifestó.
Los rendimientos de los títulos del Tesoro de Estados Unidos a diez años, la referencia para todo desde hipotecas hasta bonos en dólares de países en desarrollo, escalaron desde cerca de 1.80% a 2.60% tras la elección estadounidense, ante las expectativas de que un mayor gasto gubernamental impulsaría el crecimiento económico.
Mientras el banco central de Estados Unidos da signos de un acelerado ajuste de políticas para contrarrestar las presiones inflacionarias, los rendimientos han caído pero siguen negociándose cerca de máximos de dos años.
Los diferenciales de crédito de América Latina también subieron tras la elección de Trump. Los diferenciales de las permutas de riesgo crediticio a cinco años de Brasil escalaron 22% a 321.76 puntos base el 14 de noviembre, el diferencial de CDS de Argentina subió 23% a 464.11 puntos base el 1 de diciembre, mientras que el de México avanzó 33% a 193.01 puntos base el 18 de noviembre.
Los hoteles de TrumpLos gobiernos y empresas de América Latina emitieron un total de US$ 133,600 millones en bonos internacionales en el 2016, un incremento de 65.2% respecto al 2015, de acuerdo con cifras compiladas por Bloomberg.
En el 2017, la región enfrenta vencimientos de bonos por US$ 75,000 millones, según los datos. Baruc estima emisiones por cerca de US$ 80,000 millones este año en la región.
Una de las primeras empresas en suspender sus ventas de bonos fue Tecnoglass Inc., con sede en Barranquilla, Colombia, que suministró ventanas para el resort Trump Towers en Florida y para Trump Tower en Ciudad de Panamá. Su venta de hasta US$ 225 millones prevista para noviembre fue suspendida.
Aeropuertos Argentina 2000, el principal operador aeroportuario de Argentina, también pospuso una venta de bonos, tal como lo hicieron las provincias argentinas de Entre Ríos, Tierra del Fuego y La Rioja.
En el 2016, el gobierno de Argentina también había considerado prolongar los vencimientos de bonos que expiraban en abril por un monto de US$ 7,000 millones, pero postergó la transacción probablemente para inicios de este año, según cuatro fuentes familiarizadas con la materia.
Las empresas argentinas venderán unos US$ 7,000 millones en bonos en los mercados internacionales en el 2017, afirmó Diego Jordán, director de operaciones de BACS Banco de Crédito y Securitización SA.
Entre las que podrían vender a inicios del 2017 se encuentran Central Puerto SA y Genneia SA, que ha tomado un crédito sindicado por US$ 102 millones en caso que un "cuello de botella" en los bonos eleve los rendimientos antes de que pueda concretar su postergada venta de US$ 400 millones en bonos, dijo un funcionario de la empresa, quien pidió reservar su identidad dado que el plan es privado.