El gobierno alemán adoptó este lunes un conjunto de medidas por cientos de miles de millones de euros, inédito desde la Segunda Guerra Mundial, para atenuar la contracción económica que prevé rondará el 5% debido a la pandemia del nuevo coronavirus.
Este paquete prevé ayudas masivas a la empresas y los asalariados, por los cuales Alemania va a contraer nuevas deudas por 156,000 millones de euros, según el texto de ley decidido por el consejo de ministros y que debe ser avalado por el parlamento esta semana.
Alemania, la mayor economía europea, decidió para ello suspender sus restricciones constitucionales de endeudamiento, indicó el ministro de Finanzas, Olaf Scholz.
“Estamos mostrando desde el inicio que lucharemos con todas nuestras fuerzas contra esta crisis ocupándonos de las cuestiones sanitarias para nuestros ciudadanos o de la actividad económica en el país”, dijo Scholz en una conferencia de prensa en Berlín.
Durante la rueda de prensa, el ministro de Economía, Peter Altmaier, dijo que se prevé para el 2020 una contracción económica de alrededor de 5% por el impacto de la pandemia.
“Esperamos un descenso de la actividad económica (este año) y será al menos tan alta como en el 2008-2009” cuando el Producto Bruto Interno alemán disminuyó un 5%, dijo el ministro.
Antes de la crisis, el gobierno esperaba un crecimiento del PBI del 1.1% para este año.
Nacionalizaciones parciales
Es la primera vez desde el 2013 que Alemania, que es uno de los países de Europa más ortodoxos en materia presupuestaria, debe recurrir al endeudamiento para cerrar su presupuesto federal, tanto para financiar medidas de apoyo como para compensar una disminución de los ingresos fiscales..
Desde entonces ha acumulado superávit presupuestarios y siempre se ha fijado como norma política el "déficit cero", a menudo criticada por los socios de Alemania, que la acusan con rigor de frenar el crecimiento. Pero ello ahora se desmorona.
“Vamos a hacer todo lo necesario para defender a las empresas y los empleos”, subarayó Scholz.
La mayor parte de la dotación presupuestaria de 822,000 millones de euros para el plan de rescate tiene por objeto garantizar la supervivencia de las grandes empresas del país, muy exportadoras, y, en consecuencia, debilitadas por la crisis.
También se trata de impedir que caigan en las garras de los inversores extranjeros. Altmaier advirtió contra las "ventas en serie" de las joyas nacionales.
El gobierno contempla un fondo de ayuda de hasta 600,000 millones de euros, a través del cual el Estado podrá garantizar sus créditos, y para las que corren el riesgo de quiebra, comprar participaciones en su capital.
Los sectores del turismo, servicios a las empresas o el transporte podrían ser los primeros en beneficiarse.
La compañía aérea Lufthansa, que en la actualidad tiene la mayoría de los aviones en tierra, es uno de los posibles candidatos a la seminacionalización. El operador TUI, número uno en el mundo del turismo, ya pidió ayuda del Estado.
Pequeñas empresas
El gobierno quiere gastar un paquete de 50,000 millones de euros en ayudas directas a las pequeñas empresas o a los trabajadores independientes, como fotógrafos, artistas, fisioterapeutas incapaces de ejercer su oficio debido a las medidas de confinamiento.
Recibirán una ayuda individual de 9,000 a 15,000 euros por tres meses, pero deben demostrar que su problema de liquidez se debe a la crisis.
Algunas regiones alemanas permitirán también a sus empresas diferir el pago de sus impuestos.
Alemania también financiará una seria de medidas sociales, como el aplazamiento del pago de alquileres o una flexibilización del recurso del desempleo parcial que debería llegar a más de dos millones de personas, según las últimas proyecciones, es decir, mucho más que 1.4 millones durante la crisis del 2008-2009.
Finalmente, el Estado destinará este años 10,000 millones de euros adicionales al sistema de salud, en particular para ayudar a los hospitales a adquirir nuevas camas con respiración asistida.