El ministro de Cultura explicó los alcances de la nueva Ley del Libro.

Karen Rojas / Manuel Patiño

Antes de suceder a Salvador del Solar como ministro de Cultura, Alejandro Neyra fue director de la Biblioteca Nacional del Perú. El ámbito relacionado al libro y la lectura es uno que conoce de cerca. Así el también escritor brindó luces a Gestión sobre este proyecto de ley.

¿En qué situación está ahora el proyecto de ley del libro?

La lógica de este proyecto es similar a la del cine y audiovisual: más allá de las exoneraciones, se enfocará en promover toda una industria, sobre libro y lectura.

¿Qué elementos contemplará?

El énfasis estará en cómo hacer para que la industria editorial peruana crezca. Su participación en ferias internacionales será un elemento básico. También habrá un componente sobre bibliotecas.

¿Cuáles son los plazos fijados?

El proyecto ya está casi listo. La idea es que haya una discusión pública, presentarlo al inicio de legislatura, hacia el primer semestre, para terminar el año con una ley de libro y promoción de la lectura.

¿Va a incluir algún tipo de beneficio tributario para editoriales independientes?

Hay incentivos que buscan promover mayor contenido para la industria editorial peruana. La idea es seguir promoviendo las independientes este año y sacarlas fuera. La gran participación peruana en una FIL este año va a ser la Feria de Santiago (FILSA). Estamos trabajando para mantener una buena delegación, también para que se vaya a vender libros.

¿Cuáles serán esos incentivos para pequeñas editoriales?

Más que incentivos tributarios, veremos cómo mediante la Dirección del Libro, cuyo rol será más fuerte, propiciamos que la cancha sea suficientemente atractiva para que más editoriales independientes se mantengan en el tiempo, con una producción sostenible.

¿De qué manera?

Hacia el 2004, hubo un boom, salieron muchas, pero también fueron desapareciendo. Entonces la idea es incentivarlas para que a la vez de tener literatura independiente, vayan a otros sectores como infantil o juvenil.

¿Cómo se piensa propiciar el circuito de estas editoriales en ferias internacionales?

Las independientes en ferias internacionales normalmente tienen una desventaja: van pero tienen catálogos muy cortos. La idea es que entiendan que para presentarse necesitan catálogos más amplios que vayan a la literatura, también a otros sectores.

¿Tomar como modelo el caso de otros países de la región?

En Chile lo que está de moda, como en gran parte del mundo, son libros de historia o de novela histórica. A veces las independientes apuestan a una feria muy grande como la de Guadalajara y se pierden por no tener buen catálogo. La idea es que vayan como asociación antes que como una editorial independiente. También estamos viendo si los fondos concursables van a ser para editoriales y también para autores, que es una demanda permanente.

Sobre los fondos concursables, ¿en qué consistirían?, ¿se extenderían a otras industrias?

El presupuesto ahora es de 1,000 UIT y estamos tratando de definir cuánto de este dinero va a ir a concursos en diferentes industrias culturales, sea para libros, artes escénicas, música. La dirección de industrias culturales está viendo cómo el porcentaje que le toque a cada una será la mejor forma de hacerla atractiva para que (sus creadores) participen.