HASTA LA VISTA IMPORTADOR FRECUENTE ¿Y AHORA QUE?
Como veníamos adelantando en entregas anteriores, la calificación como “Importador Frecuente” se mantendrá en vigencia sólo hasta el 30 de junio del año en curso.
Como se recuerda, esta es una calificación otorgada por la Aduana en base al buen record demostrado por los importadores y que impide que dicha autoridad pueda formular observaciones (“dudas razonables”) respecto del valor declarado a nivel de los despachos de importación; observaciones que constituyen uno de los mayores focos de demoras y generación de sobrecostos en estas operaciones.
Conforme a la última relación de “importadores frecuentes” publicada por la Aduana se tiene que, a octubre de 2017, contaban con dicha calidad 657 empresas, dentro de las cuales se encontraban los principales y más importantes importadores del país. Es de precisar, que en la práctica se apreciaba que los beneficios (bastante concretos) derivados de esta calificación venían caminando bien y que el sector importador percibía lo mismo.
La razón de la inminente desactivación de esta calificación (que, reiteramos, venía funcionando bien) era la necesidad que tenía la Aduana de trasladar sus beneficios a la certificación de Operador Económico Autorizado (OEA).
Es de recordar que la certificación como OEA constituye una confirmación oficial que hace la Aduana del carácter de operador confiable que ostenta una determinada empresa. Esta certificación (que es voluntaria) no sólo cuenta con antecedentes internacionales en relación con la orientación que, a la fecha, impera en el mundo en materia de seguridad de la cadena logística internacional, sino que también se deriva de Tratados de Libre Comercio que el Perú se encuentra obligado a cumplir.
A la fecha, sólo 47 empresas importadoras han accedido a la certificación OEA. Si bien se tiene conocimiento que existiría un importante número de expedientes en trámite para acceder a la certificación OEA – importador, podría darse el caso que hacia finales del presente año dicho número aún no haya aumentado de modo importante y que, en consecuencia, se mantenga aún una considerable y preocupante brecha no cubierta en relación con los más de 600 importadores frecuentes que se venían reportando.
Ello genera justificadas inquietudes pues son precisamente los importadores frecuentes quienes desarrollan los mayores flujos de carga que ingresa al país. Así, el hecho que los despachos de importación de las empresas que aún no cuentan con la certificación OEA puedan ser objeto de observaciones y demoras podría decantar en saturación de la infraestructura portuaria y en la generación de importantes sobrecostos y pérdida de competitividad.
No se conoce de momento si la Aduana vaya o no a postergar la fecha en que la calificación como importador frecuente deje de tener efecto y así dar más tiempo para que una mayor cantidad de importadores puedan ser certificados como OEA. No obstante, quizás podría pensarse en alguna solución transitoria para aquellas empresas importadoras que hayan presentado su solicitud como OEA hasta antes del 30 de junio.
En todo caso, y en relación con la certificación OEA, es importante tener presente que cada vez más empresas están optando por aplicar a la misma, no sólo por los beneficios que la Aduana pueda otorgarles en relación con la facilitación de procedimientos y trámites y flexibilización de acciones de control durante los despachos, sino por el impacto comercial que cada vez se está haciendo más palpable pasando, incluso, por el hecho que algunas empresas estarían ya condicionando la colocación de órdenes de compra a la acreditación de que los proveedores del extranjero cuenten con la mencionada certificación.
Como vemos, y más allá del momento en que la calificación como importador frecuente vaya a desaparecer, la orientación y tendencia del comercio mundial apunta hacia el empleo da cadenas seguras de suministro internacional; orientación y tendencia que, por lo que podemos apreciar, ya no tiene retroceso.