Hagamos victoria nuestra gratitud
En lo particular, siempre me han gustado las composiciones del maestro Augusto Polo Campos. Dentro de ellas, la que más, es “Contigo Perú”. Un verdadero himno de peruanidad, amor por nuestra tierra, por lo nuestro y mensaje esperanzador en un futuro mejor si es que lo afrontamos unidos como hermanos.
Himno que, creo como nunca antes, tuvo un lugar especial en las últimas fechas de las clasificatorias al mundial de Rusia. Cantado con entusiasmo y orgullo por ancianos, jóvenes y niños de todo estrato social. Unidos por un sentimiento común y un pensamiento positivo de que las cosas se consiguen, y si es con sufrimiento y esfuerzo, mucho mejor, pues son más valoradas.
Tras la clasificación al mundial se ha sentido y se siente un sentimiento distinto. Un ánimo renovado por querer hacer las cosas y por querer que éstas salgan bien. Por cumplir nuestras metas por mérito propio, de manera correcta y transparente, como debe ser.
Según los entendidos, la economía se reactivará, sustentada en el consumo, de una manera muy positiva. Las expectativas serán positivas para gastar y para invertir. La economía crecerá no solo por las razones que siempre lo hace (mayor valor de las exportaciones mineras, etc.) sino también por el impulso de la buena vibra que el peruano promedio pone y pondrá para cumplir, cada quien, con el trabajo y responsabilidades que le competen de la mejor manera posible. Esta “luna de miel” se prolongaría hasta que el mundial empiece en junio de 2018.
“Unida la costa, unida la sierra, unida la selva contigo Perú. Unido el trabajo, unido el deporte, unidos el norte, el centro y el sur. A triunfar peruanos que somos hermanos, que se haga victoria nuestra gratitud (…)” dice una estrofa de la espectacular composición de Polo Campos. Puro sentimiento nacional.
En lo referente a las operaciones de comercio exterior ¿qué podemos aprender de la hazaña de nuestra selección de fútbol y de la letra de la referida canción?
En entregas anteriores comentamos la importancia del cambio de paradigma anunciado por la SUNAT hace algún tiempo, que se sustenta en un cambio en la forma que dicha autoridad se relaciona con los contribuyentes y operadores de comercio exterior. Este cambio de paradigma supone, dentro de otras cosas, el hecho de generar una mayor y mejor relación de confianza entre la autoridad y el administrado, confianza que debe cursar por un camino de dos vías, es decir, debe ser recíproca.
Para ello, cada quien debe cumplir a cabalidad el rol que le compete.
Desde el punto de vista del operador de comercio exterior, este debe estar comprometido en realizar todas las verificaciones y controles internos que permitan sustentar, de la mejor manera posible, la información que sirve de soporte a sus operaciones de comercio exterior. Ello, acompañado de una actitud proactiva que permita evitar o detectar tempranamente eventuales contingencias así como de una permanente capacitación de sus empleados y colaboradores.
Desde el punto de vista de la autoridad aduanera, corresponde manejar debidamente los niveles de riesgo (incluso de aquellas empresas que no sean operador económico autorizado), mejorar y uniformizar el accionar (“discrecional”) con que actúan los funcionarios aduaneros, especialmente en el momento del despacho aduanero, y aprobar procedimientos operativos que no transgredan ni desnaturalicen las normas objeto de reglamentación generando mayor predictibilidad con sujeción a la ley.
No obstante, y quizás esto sea lo más importante, deberemos jugar el partido todos juntos como equipo. Ello supone un cooperación más integrada que parta de reuniones efectivas en las mesas de trabajo a nivel, por ejemplo, del Consejo Consultivo y de Competitividad con agendas concretas y transversales cuyos alcances involucren de manera efectiva a todos los actores del comercio exterior, tanto del sector privado como público (pensando en todos los sectores involucrados en esta materia), así como la atención urgente y prioritaria tanto de temas recurrentes pero aún con agenda pendiente (zonas francas, plataformas logísticas, aumento de competitividad y reducción de sobrecostos, efectiva implementación de los acuerdos internacionales, etc.), como temas nuevos por desarrollar (inserción en cadenas globales de valor, desarrollo de sinergias y oportunidades en el ámbito Asia – Pacífico, etc.).
Trabajemos para que las cosas ocurran rápido y bien, generando valor para el país. Aprovechemos esta coyuntura positiva que se ve, incluso, potenciada por la pronta visita del papa Francisco. Los meses que vienen serán muy positivos. Hay que subirnos a la ola. El sector público, el privado y también el académico deben ponerse la camiseta y jugar el mismo partido.
Retribuyamos con actitud proactiva, positiva, reflexiva y responsable todas las cosas buenas que el país nos brinda. Hagamos que las cosas sucedan. .
En 1987 (hace exactamente 30 años) la OEA se rindió ante la interpretación de “Contigo Perú” del inigualable dúo (desafortunamente ya desaparecido) Cavero – Avilés. Vale la pena emocionarse escuchando la interpretación de estos estupendos artistas. La pueden encontrar en Youtube. Muy recomendable.