Tsunami constitucional: neoliberalismo, socialismo y democracia
Chile ha aprobado reformar su constitución, luego de que protestas sociales hicieran que el presidente de ese país lo sometiera a votación. Se sospecha que la nueva orientación de dicha constitución será estatista y que tendrá impacto a nivel regional.
Entre 1980 y 2000 todas las constituciones de Latinoamérica fueron cambiadas o reformadas profundamente. Profesores de Derecho constitucional han identificado al Consenso de Washington como una fuerza influenciadora en países como Chile y Perú. Sin embargo, han fallado en encontrar un hilo en común en todos los países de la región, llegando a aseverar que no existe un rasgo en común. Esto es errado. Todas las constituciones latinoamericanas, sin excepción, fueron influencidas por el Consenso. Simultáneamente, y algo que muchas veces se pierde de vista es que TODAS ADOPTARON MÁS DERECHOS SOCIALES que sus antecesoras.
Esto último lo sé porque mi tesis de doctorado trató sobre este tema. Hice un análisis sobre las constituciones, comparándolas con el Consenso y con una carta ideal de derechos sociales. Lo que se pierde de vista al hacer análisis retóricos o a “simple vista” (así sea la de un especialista), se aclara al hacer un análisis más cuantitativo, objetivo, contando uno a uno los artículos y comparándolos con un ideal.
Entonces, al hacer este análisis detecté que si bien cada país se cree especial y diferente, en verdad los países latinoamericanos somos muy parecidos y respondemos a incentivos comunes en el marco de procesos históricos y sociales comunes a nuestros países. Todos experimentamos graves crisis económicas y sociales en más o menos el mismo lapso. Esto nos impulsó hacia el mismo camino en cuanto a reformas constitucionales se refiere.
Así, todos los países se acercaron al Consenso (lo cual no es muy difícil de predecir, porque todos teníamos deudas gigantes con el Banco Mundial); pero también adoptamos reformas sociales (en los textos constitucionales).
¿Esto quiere decir que las constituciones se volvieron -al menos en el papel- “neoliberales”?
No. Por un lado, como acabo de mencionar, se adoptaron SIMULTÁNEAMENTE medidas cercanas al Consenso Y derechos sociales. Esto es así porque lo que el BM quería traer a los países en desarrollo no era solo el Consenso, sino toda una retórica que es más amplia, ya que también incluye el rule of law y derechos sociales. El Consenso es solo una porción de la retórica. En este sentido, recomiendo mucho el trabajo de Santos.
Pero no solo eso, sino que el Consenso mismo dista de ser neoliberal. El Consenso -en su definición más formal- es una lista de recomendaciones que se consideran políticas ortodoxas en el Banco Mundial desde los 60. ¿Tener comercio libre es neoliberal? (no necesariamente) ¿Tener un banco central autónomo es neoliberal? (todo lo contrario) ¿Creer que es mejor regular antes que tener empresas públicas es neoliberal? (difícilmente). ¿Proteger la propiedad privada es neoliberal? (liberal clásico, en todo caso).
Entonces, ¿por qué llamamos “neoliberal” a una constitución como la peruana o chilena que se acercaron bastante a las prescripciones del Consenso? Más que nada, por ignorancia sobre lo que significa ser “neoliberal” y sobre el contenido mismo de estas constituciones (que no conocemos realmente).
Papel vs. realidad
Fuera de esto, así nuestras constituciones tengan un contenido más liberal que sus antecesoras, ¿fueron aplicadas de forma (neo)liberal? Tanto en Perú como en Chile se han impulsado políticas sociales, regulación intensa, prohibiciones de productos, subsidios, etc. todo bajo la actual constitución. Entonces, hay que tomar en cuenta que las constituciones pueden decir muchas cosas en el papel pero luego eso puede cobrar un significado muy distinto cuando se aplican en la práctica. El punto de partida de constituciones como la peruana o chilena no es neoliberal, dista de serlo, pero es incluso menos “liberal” si uno mira como ha sido interpretada y aplicada en la práctica.
Finalmente, en este punto, tanto Chile como Perú han mejorado sus economías y han reducido la pobreza. Aún no logran satisfacer todas las demandas sociales, ¿pero es posible hacerlo incluyendo más derechos sociales en sus constituciones? Difícilmente.
Democracia y Socialismo
Chile y Perú también comparten el orígen espurio de sus constituciones. Adicionalmente, también, en ambos casos, fueron constituciones más impuestas que labradas por nuestras sociedades y eso ha contribuido a restarles legitimadad y que nuestras instiuciones (como el libre mercado) sean endebles. Sin embargo, esta búsqueda de legitimidad parece más una excusa para poder virar hacia la izquierda, que una preocupación real.
Me temo que la ola de reforma constitucional tiene menos que ver con un ajuste de cuentas con la democracia y más con una agenda de izquierda. Si bien las constituciones latinoamericanas no son neoliberales, sí suponen trabas para el desarrollo de una agenda socialista en la región. “Tumbarse” estos textos puede servir incluso como un punto de quiebre donde el nuevo status quo sea la intervención del Estado en la Economía, como algo natural e inevitable.
Me temo, además, que -igual como ocurrió entre 1980 y 2000- la reforma constitucional chilena sea solo un primer paso en un tsunami reformista que regresará a latinoamérica -incluso a los países más cercanos al Consenso- a las tendencias intervensionistas pre-Consenso.