El Elefante Blanco: control de fusiones y medicamentos
Ha vuelto al tapete la discusión sobre las concentraciones empresariales, esta vez con un proyecto del congresista Jorge del Castillo que -asesorado por especialistas- parece estar cerca de convertirse en norma. Ninguno de los involucrados, sin embargo, parece estar viendo el “elefante blanco” en la habitación.
El último caso que parece justificar -y hasta hacer imperativa- una norma sobre concentración, es el relativo a la adquisición de MiFarma por parte de Intercorp. Esta adquisición le daría el 95% del mercado de cadenas de farmacias. La principal preocupación ante esta adquisición es que -supuestamente- podría llevar a un incremento de precios.
La discusión -anti-técnica- obvia varios puntos relevantes: el primero es que Intercorp no tiene un monopolio en el mercado de medicamentos. Según destaca el director de Contribuyentes por Respeto, “(…) en el Perú, de cada 100 medicamentos, solo 15 se adquieren en las cadenas farmacéuticas”, ya que una buena parte de los medicamentos se venden o distribuyen directamente en los hospitales, en su mayoría públicos . Además, “(…) de las más de once mil farmacias en el Perú, InRetail será propietaria de aproximadamente dos mil, es decir, del 18%”, ya que existen muchas farmacias independientes, de barrio o incluso rurales.
El segundo punto es que el precio de los medicamentos en Perú ya es monopólico desde hace varias decenas de años, y no producto de la concentración empresarial. El precio de los medicamentos presenta las características de un mercado sin competencia: precios altos y dispersos. Un mismo medicamento, por ejemplo, el Omeprazol, puede costar cerca de 6 soles o 2 soles, dependiendo de cual marca compren. Eso es una variación de más de 200%. Eso es impensable en un mercado competitivo.
¿Qué explica la falta de competencia por precios en medicamentos? Existen varias explicaciones: una ampliamente destacada por estudios económicos hechos por el propio Estado peruano y otra ampliamente olvidada. La ampliamente destacada se relaciona con las patentes, que otorgan la exclusividad en la venta de un medicamento a su creador, por 20 años. La ampliamente olvidada se relaciona con la prohibición de publicidad que pesa sobre los medicamentos sujetos a prescripción médica. La publicidad de precios constituye el método por excelencia de competencia en el mercado. Sin publicidad, las empresas actúan como islas (monopolios geográficos) entre si. Para más detalles sobre el efecto de la prohibición de publicidad en el mercado, pueden consultar mi libro (gratis, online) sobre el tema, aquí. Otro tema que ha sido destacado, pero que sinceramente no he estudiado en detalle, es el relativo al alto costo de la importación de medicamentos a Perú. Hace ya varios años ComexPerú destacaba: “Desburocratizar importación de medicamentos los pondrá al alcance de los más pobres”.
La conclusión es: Perú tiene regulaciones como la prohibición de publicidad y las patentes con tiempo de duración excesivo (además de trabas a la importación) que convierten la industria de medicamentos en una plagada de problemas de competencia (con los efectos de un monopolio). Decir que la adquisición por parte de una empresa de solo uno de los aspectos de la distribución de medicamentos va a generar un problema en los precios es dejar pasar el elefante blanco en la habitación.