Animales extraños y los costos imprevistos de la regulación
Imagine el ecosistema de una isla, con
gaviotas y búhos que llegan estacionalmente, cuando las gaviotas no están ahí
por migraciones. Luego, el hombre introduce a los ratones a la isla, porque viajan
en los barcos con ellos. El ratón no afecta directamente a las gaviotas, pero
permite que los búhos -que se alimentan de ratones- se queden más tiempo del
previsto en la isla, ya que tienen más alimento. Así, al extenderse la
permanencia de los búhos, la temporada de los búhos y las gaviotas coinciden.
Las gaviotas también se convierten en alimento para los búhos, amenazando
gravemente su supervivencia. El hombre, preocupado por la abundancia de ratones
y su efecto en las gaviotas, introduce al gato. El gato -efectivamente- come
ratones… ¡Pero también come gaviotas! Como resultado, la población de gaviotas
se reduce aun más [ver más, aquí].
Ésta no es una situación inventada, ha ocurrido muchas
veces, incluyendo el
caso de las Farallon Islands, a 35 km de San Francisco. La introducción de
especies puede tener efectos devastadores en un sistema o una economía, como lo
probó el caso del
Conejo Europeo en Australia, que causó millones de dólares en pérdidas.
¿Qué tiene que ver esto con la regulación?
[Imagen tomada de la galería
de Chriss Haight Pagani].
Muchas veces las normas son como animales
invasores de un ecosistema de incentivos, ocasionando efectos imprevistos y
devastadores. Aquí, algunos ejemplos:
Cinturones
de seguridad que aumentan los accidentes de tránsito
Pocas normas han sido tan celebradas -y
espontáneamente cumplidas- como el uso de cinturón de seguridad por parte de
los conductores. Si hay una norma de tránsito cumplida por los choferes de
combi, es sin duda esa. La norma tiene como propósito reducir los daños
ocasionados por accidentes de tránsito. Sin embargo, el uso de cinturón de
seguridad produce lo que se conoce como “riesgo moral”, una sensación de
seguridad ilusoria que lleva a las personas a comportarse de manera temeraria.
Así, el uso de cinturón de seguridad haría que los conductores ajustaran su
comportamiento, siendo más negligentes y -por lo tanto- causando más accidentes
de tránsito, resultantes en más daños. Esto se conoce como el “Efecto Peltzman”,
ya que fue descubierto por el profesor de la Universidad de Chicago, Sam
Peltzman. El mismo Peltzman sugirió que se cambie la regla por ésta: que todos
usen cinturón de seguridad, menos el conductor. [Un video del mismo Peltzman
explicando su teoría, aquí].
Multas
que elevan el incumplimiento
Piense en el siguiente caso: unas
profesoras de inicial estaban muy mortificadas porque los padres no recogían a
tiempo a sus hijos de la guardería. Ellas no podían dejar solos a los niños,
así que tenían que quedarse a cuidarlos. Decidieron, entonces, introducir unas
“multas” a los padres que se demoraran. ¿Cuál fue el efecto? Los padres se
demoraron más aun en recoger a sus hijos. Se había cambiado una sanción “moral”
(el sentirte mal por llegar tarde), por una sanción económica. Parece que la
sanción moral era más importante. [Este caso se encuentra reseñado en el
trabajo "A
fine is a price"]. Ahora, traslade eso a nuestra costumbre nacional de solucionar todo poniendo multas que nunca se cumplen. ¿Acaso no estamos “trivializando” conductas que de otra manera deberían recibir una sanción moral o social más fuerte?
Restricciones
al alcohol que elevan el nivel de intoxicación y accidentes
En EE.UU., algunos estados aprobaron
leyes restringiendo la venta de alcohol a determinadas horas. Algo así como la “hora
segura” peruana, también llamada “plan zanahoria”. El fin de la norma era
reducir los niveles de alcohol de las personas, reduciendo los accidentes de
tránsito y otros males asociados con el alcohol. El efecto, sin embargo, fue
exactamente el inverso. Las personas tomaron más rápido para estar ebrias antes
de la hora prohibida; las personas manejaron a otros estados sin prohibición
cuando pasó la hora y ya habían estado tomando; las personas buscaron otros
medios para alterar su conciencia, como la droga; etc. El efecto neto fue un
incremento de la criminalidad y de los accidentes. La norma no tomó en cuenta
los sustitutos. [Un comentario mío con citas y más detalle, aquí].
El
efecto de las normas restrictivas del aborto sobre la criminalidad
Donohue y Levitt (Freakonomics) hicieron
un trabajo
bastante polémico, donde demostraron la relación entre prohibiciones al
aborto y aumento de la criminalidad. Resulta que prohibir los abortos aumenta,
entre otros, la tasa de asesinatos. ¿Por qué? Los niños no-abortados -pero que
querían ser abortados por sus padres-, típicamente, vivirán en hogares
disfuncionales y -así- serán más propensos a la criminalidad. En simple, si los
abortos fueran permitidos, esos futuros asesinos nunca hubieran nacido. El
trabajo es crudo, pero resalta un hecho incontrastable y un efecto insospechado
de una norma sobre la realidad.
Efecto
de las advertencias del tabaco sobre las ganas de fumar
Confiamos mucho y rara vez criticamos las
advertencias de los cigarrillos. “Fumar es dañino para la salud” o fotos de
personas con cáncer o peores. Sin embargo, las personas siguen fumando. Martin
Lindstrom hizo un estudio multimillonario y revolucionario donde comprobó que
las advertencias, lejos de disuadir a los fumadores, en realidad los alentaban
a seguir fumando. “Las advertencias de las cajetillas -sin importar si se
referían al riesgo de desarrollar enfisema, enfermedad cardiovascular o toda
una lista de condiciones crónicas- en realidad habían estimulado una zona del cerebro denominada el núcleo accumbens, conocido también como el “punto del ansia”. Esta
zona está constituida por una cadena de neuronas especializadas que se
encienden cuando el cuerpo desea algo: alcohol, drogas, tabaco, sexo o juego.
Cuando se estimula, el núcleo accumbens
pide más y más dosis para saciar el ansia” (Buy.ology:
p. 17 de la versión en castellano). En resumen, las advertencias inducen el
consumo.
Pornografía
y violencia contra la mujer
Esta norma intenta reducir la violencia
contra la mujer, dado que la pornografía tendría efectos sobre nuestra salud
mental y nuestra valoración sobre situaciones como la violación. Sin embargo,
la pornografía también induce a la masturbación, la cual es un sustituto del
sexo y el deseo de tener sexo es un requisito de las violaciones. No es de
extrañar que la evidencia nos diga que los países con mayor acceso a la
pornografía, también reportan los menores índices de violencia contra la mujer.
[Más sobre el tema, aquí].
Uso
obligatorio de cascos para motocicletas produce más muertes
Las leyes de seguridad vial habitualmente
están pensadas para reducir externalidades negativas (accidentes). Sin embargo,
también pueden tener un efecto en “externalidades beneficiosas” causadas por
los accidentes de tránsito. ¿Qué de “positivo” pude tener un accidente en
motocicleta? Aunque suene y sea duro, los motociclistas (sobretodo los que
sufren accidentes por ir muy rápido) suelen ser personas jóvenes, con sus
órganos intactos. Ellos son, típicamente, buenos donantes de órganos. Hay
muchas personas esperando trasplantes de órganos para seguir viviendo. Un
motociclista, joven, fallecido, puede ser la salvación de varias personas
esperando órganos. Así, la oferta de órganos se reduce y más gente fallece,
cuando una ley obliga a los motociclistas a usar cascos. [La explicación y
comprobación completas, aquí]. Varias de
las cosas que he mencionado aquí son duras, pero no intentan ser un juicio
moral sobre lo que la sociedad debería o no hacer, ni una celebración de la
muerte de personas. Es una constatación fáctica de los efectos que se pueden
producir al regular.
Al igual que un ecosistema, nuestra
sociedad es una red intrincada de incentivos que son afectados por normas. Al
interactuar con otros incentivos, las normas pueden generar efectos como la
sustitución, el riesgo moral o la escasez; produciéndose el efecto inverso al
originalmente planeado por el regulador. Así como el hombre jugó a ser Dios
introduciendo al gato a un ecosistema extraño, así actúan nuestros congresistas
al introducir normas para solucionar problemas -que muchas veces fueron
ocasionados por ellos mismos en primer lugar-, generando efectos insospechados.
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Ayer falleció Ronald Coase, el fundador
del análisis económico del Derecho, ganador del premio Nobel de Economía. El
legado de Coase, en parte, consiste en demostrar que no se necesita ser liberal
para oponerse a la regulación, solo se necesita ser pragmático, escéptico y
estar despierto.